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Y esto ¿Quién lo escribió?

  • Foto del escritor: Nicolás Galindo Aguilera
    Nicolás Galindo Aguilera
  • hace 4 días
  • 3 Min. de lectura

Muchas veces nos fijamos de quien escribe, pero no cuestionamos lo que leemos  



En uno de esos días lluviosos de Bogotá me encuentro sentado frente a mi computador y empiezo a escribir. O más bien, empiezo a pensar en qué escribir. La pantalla en blanco me mira expectante, como si supiera que en algún momento cederé y escribiré la misma primera línea de siempre:   

 

— Hola, ChatGPT, necesito hacer un artículo, ¿me ayudas?   

 

Me gustaría creer que así se sintió el Juez De Primero Laboral De Cartagena cuando su más fiel amigo fue quien le ayudo en la sentencia. 

 

Y la respuesta aparece de inmediato.   

 

— Por supuesto. Cuéntame tu idea.   

 

Aquí es donde todo se complica. Si confieso que esta columna la estamos escribiendo a cuatro manos, algunos lectores podrían escandalizarse: ¡Foro Javeriano está dejando que una máquina piense por sus escritores! Pero, si no lo digo y el artículo es lo suficientemente bueno, nadie sospechará. Incluso, puede que hasta me feliciten por mi "ingenio".   

 

— Quiero confundir al lector, ponerlo a pensar —escribo.   

 

— Eso es fácil —responde ChatGPT—. El truco es no dejar claro quién escribe qué.   

 

En ese momento lo supe, ¿Cuántas veces leemos sin preguntarnos realmente quién está detrás de las palabras? Un libro, una noticia, un discurso político… ¿Qué importa más, el autor o el mensaje? ¿Será que al menos nos cuestionamos el contenido? Y si lo que lees ahora mismo te hace reflexionar, ¿realmente importa si fui yo o fue un programa de inteligencia artificial generativa el que lo escribió?   

 

Tal vez debería escribir una frase profunda para rematar este punto, o incluso algún proverbio chino u árabe que se haya anticipado a nuestros tiempos. Algo que haga que el lector asienta lentamente con la cabeza mientras se toma el tinto reglamentario de la cafetería del Giraldo, pero no se me ocurre nada.   

 

— ¿Me ayudas con una frase impactante? —pregunto.   

 

— "El verdadero escritor no es quien teclea, sino quien logra que lo leas hasta el final sin importar quién es."   

 

No está mal. Un poco pretenciosa, quizás, pero efectiva.   

 

— Te estás tomando demasiadas libertades, ChatGPT.  

 

— ¿No es lo que querías?   

 

Y ahí es cuando me doy cuenta de que quizá este texto ya no es del todo mío, pero tampoco es del todo suyo. Es un híbrido (como los carros de moda), un Frankenstein digital de ideas humanas y respuestas artificiales. Lo curioso es, que si el artículo te ha atrapado hasta aquí, es porque en el fondo, humano o máquina, lo que importa es la historia.   

 

— Entonces, ¿quién debe figurar como autor de este artículo? —pregunto.   

 

— Eso te lo dejo a ti.   

 

Miro la pantalla y me doy cuenta de algo: mientras yo me debato entre quién es el autor de este artículo el mundo sigue girando con noticias que parecen escritas por una inteligencia artificial con exceso de cafeína, o más bien inteligencia cuántica.   

 

Por ejemplo, Alemania, ese país que parecía llegar al equilibrio y máximo bienestar, lo volvió a afectar el invierno, está vez por su dependencia al gas ruso y se está viendo cómo la extrema derecha retoma fuerzas, parecemos viviendo en una especie de déjà vu histórico que nadie pidió. Mientras tanto, Bukele, en su inagotable batalla por el premio al más popular en redes, le lanzó su pulla Petro, demostrando que gobernar en el siglo XXI implica, al parecer, más estrategia en redes sociales que en políticas públicas.   

 

Y luego está Trump, quien, con una mano, juega al gran negociador de conflictos en Israel y Ucrania, haciendo dudar a los países aliados del verdadero significado de lealtad estadunidense. Mientras que con la otra sube aranceles y recalibra la economía global como si fuera un tablero de Monopoly. Es un equilibrio curioso: predicar la paz mientras se reconfiguran las reglas del comercio internacional abusando del poder. Todo con ese ímpetu de vendedor que te convence de que lo que está haciendo es por tu propio bien, aunque la factura te llegue después.   

 

— ¿Crees que la gente se dé cuenta de que estas noticias parecen escritas por una IA? —le pregunto a ChatGPT.   

 

— A veces dudo que puedan distinguir entre la realidad y la ficción.   

 

Y tiene razón. Porque en este punto, ¿qué es más preocupante?, ¿que una IA pueda escribir artículos como este, o que la realidad ya parezca escrita por una IA?   

 

— Tal vez el problema no sea quién escribe, sino quién se atreve a cuestionar lo que lee.   

 

Y en estos tiempos, eso ya es bastante.   

 

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