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El camino hacia la igualdad y el empoderamiento: Inclusión financiera de las mujeres

  • Anna García Becerra
  • hace 2 días
  • 3 Min. de lectura


La inclusión financiera se refiere al acceso que tienen las personas a servicios financieros asequibles y adecuados, como cuentas bancarias, transacciones, créditos, seguros, donde son atendidos de acuerdo con las necesidades de manera responsable y sostenible.  El proceso de inclusión financiera con perspectiva de género permite una transformación social y económica. Sin embargo, a pesar de los avances significativos, las mujeres aún se enfrentan a barreras que limitan no solo su autonomía económica, sino también la igualdad de género. De esta manera, debe implementarse estrategias fomentar su participación en el sistema financiero.  


Las entidades financieras suelen manejar mayores montos para los hombres que las mujeres. En Colombia, el 76,4% de los hombres forman parte del mercado laboral, mientras que solo el 52,1% de las mujeres lo hace. Esta es una brecha que no solo sucede en Colombia, sino que también es visible para América Latina, donde el 74,4% de los hombres participa, mientras que las mujeres, el 51,8%, se encuentra en el mercado laboral. Por esto mismo, las condiciones del mercado laboral poseen un impacto en el acceso del sistema financiero formal. Por lo cual, existe un contraste en cuanto a factores socioeconómicos, legales y culturales que limitan la participación económica de las mujeres.  


Asimismo, esto involucra barreras culturales y sociales. Las normas sociales influyen en varios aspectos de la vida cotidiana, los cuales se ven reflejados en los roles tradicionales y restricciones sociales frente la actividad de la mujer. Las concepciones socialmente establecidas y la baja educación financiera limitan el acceso a servicios financieros formal. Por otro lado, otro desafío que se presenta son las barreras digitales; la falta de habilidades tecnológicas puede excluir a muchas mujeres de estos beneficios. En regiones rurales y en desarrollo, la infraestructura tecnológica es limitada. Así, al enfrentarse a estos desafíos, es de manera crucial implementar políticas y regulaciones que promuevan la igualdad de género para el acceso a servicios financieros.  


Se ha logrado implementar políticas para fomentar la inclusión financiera. Por medio de la educación financiera, se ha podido fortalecer la aplicación de herramientas financieras, como lo ha logrado la Secretaría Distrital de la Mujer en Bogotá a través de su programa con el fin de mejorar el control de finanzas. Además, Colombia introdujo la identidad digital, siendo un sistema para mejorar la accesibilidad de las identidades digitales, donde se pretende abordar las barreras a la inclusión financiera. Según el Foro Económico Mundial, se ha podido fortalecer el acceso financiero a las mujeres para participar en la economía digital mejorando plataformas financieras, bancas móviles, entre otras herramientas.  


Del mismo modo, la Superintendencia Financiera de Colombia ha podido promover la inclusión financiera de las mujeres por medio de diferentes guías con la creación de una hoja de ruta con una equidad para las mujeres en Colombia (2022-2026), donde se propone mejorar la recolección y difusión de datos en el sistema financiero, con el fin de monitorear la situación de la mujer en entornos de decisión del sector financiero. También la realización de diagnósticos por líneas de investigación, los cuales permiten evaluar las brechas de género con el propósito de realizar ajustes regulatorios para una igualdad de condiciones.  


Igualmente, al fortalecer programas de educación financiera para generar una transformación a las normas sociales que limitan los productos financieros, dando como consecuencia el rol de las mujeres en la economía, teniendo una cooperación internacional para las poblaciones interesadas. El acceso a servicios financieros es fundamental para empoderar a las mujeres, permitiendo gestionar sus finanzas, expandir negocios y tomar decisiones económicas adecuadas. Por lo tanto, por medio del empoderamiento y con las herramientas necesarias, se promueve el bienestar económico y la igualdad de género.  


Además, con la inclusión financiera se puede ayudar a las mujeres a salir de la pobreza, por medio de elementos como el ahorro, la inversión y la gestión de manera efectiva. Así las mujeres podrán invertir sus ingresos en la educación, bienestar y salud, promoviendo un impacto positivo en la sociedad.  En síntesis, la inclusión financiera no solo beneficia a las mujeres, sino que también contribuye al desarrollo económico, promoviendo una estabilidad, el desarrollo sostenible y la igualdad de género. Por lo cual es necesaria la implementación de estrategias para así poder reducir las barreras y desafíos que se presenten en el sistema financiero.  

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