Del Cambio Prometido al Maletín Recibido
- Julián Echeverry-Guerra

- 22 jul
- 4 Min. de lectura

He querido utilizar mi espacio de editorial como director para contar la radiografía de la alianza entre el recién entregado Andrés Calles Aguas, su familia y el presidente Gustavo Petro. Soy consciente de que me estoy metiendo en terrenos difíciles en un país donde los poderosos callan voces disonantes, donde no se argumenta, sino que se estigmatiza al contrario hasta acabarlo físicamente. Sin embargo, creo que el periodismo, incluso el universitario, esta para levantar la alfombra y sacar la tierrita que como sociedad escondemos. Creo que es necesario ejercerlo contra los poderosos y que debe incomodar para que tenga un sentido social. Dicho esto, aquí la historia de un joven representante que el pasado 07 de mayo fue detenido en medio del más grande escándalo de corrupción del Gobierno de Gustavo Petro:
Andrés Calle Aguas es un joven de Montelíbano, Córdoba. De una familia política como la de todos los congresistas jóvenes que llegan al congreso por los medios tradicionales. Su padre, Gabriel, en estos momentos ejerce su segunda alcaldía en persona, pero realmente es su tercera (en el periodo 2016-2019 su movimiento ejerció la alcaldía bajo el mando de Francisco Alean) de Montelíbano, Córdoba. Por otro lado, su hermano Gabriel Enrique, más conocido como “Kike” Calle hace poco perdió la campaña a la gobernación de Córdoba y quedó como diputado de la asamblea departamental bajo el estatuto de la oposición.
La familia Calle inició su poder político al lado del conocido Ñoño Elías. Un político de Sahagún condenado por haber hecho el trabajo sucio en la campaña Santos Presidente del 2014. Luego de eso, fui testigo de cómo apoyaron a German Vargas Lleras a la presidencia en el 2018. Sin embargo, Andrés toma visibilidad en el momento en que pierden la alcaldía de Montelíbano contra el candidato del uribismo y empieza a generar denuncias contra la presidencia de Iván Duque mostrándose como un joven liberal opositor.
Es ahí donde la familia Calle toma la decisión de apoyar a Gustavo Petro para la presidencia. En una jugada que parecía maestra de irse con quien las encuestas daban ganador, la alianza de esta familia con el petrismo fue de los más altos niveles. “Kike” Calle fue nombrado gerente de la campaña Petro presidente en Córdoba y lo recibió para hacer multitudinarios eventos con tarimas y bandera rojas que iban en línea con la narrativa que en ese momento se quería crear: que Petro era el gran candidato Liberal. Una vez terminada la campaña, “Kike” Calle fue nombrado secretario general del ministerio de interior (en ese momento era ministro Alfonso Prada, quien fue jefe debate de la campaña).
La alianza de la familia Calle no terminó ahí. Una vez inicia la campaña a la gobernación de Córdoba, el senador Fabio Amin logra quitarle el aval del partido Liberal a “Kike” y otorgárselo a Erasmo Zuleta (quien finalmente ganó), una jugada maestra hecha tan solo horas antes de que el gobierno de Petro nombrara a su hermano Andrés Calle como presidente de la Cámara de Representantes. Esta jugada de Amin en Córdoba obligó a que “Kike” recibiera el aval del Pacto Histórico y fuera de frente el candidato del petrismo a la Gobernación de Córdoba.
Según la unidad investigativa de noticias caracol en su investigación “La ruta de los $4.000 millones”, Esneider Pinilla (entonces subdirector de la UNGRD) le entregó a Andrés Calle $1.000 millones de pesos en Montería, Córdoba. Dicho relato cuenta y se evidencia en los chats presentados por Esneider a los investigadores de la Fiscalìa, que Andres le dice que lo recibe en su apartamento en el Barrio La Castellana de Montería, más especificamente en el edificio K62 en el apartamento 803. Aquí, cuenta Esneider, le entrega una maleta con $1.000 millones de pesos. Esto ocurre el 14 de octubre de 2023, es decir, tan solo 15 días antes de las elecciones territoriales. Donde se decidiría la elección de su padre Gabriel Calle a la alcaldía de Montelíbano y de su hermano “Kike” Calle a la gobernación de Córdoba. Si ese dinero iba o no a ser usado para dichas campañas es algo que aún no se ha comprobado. Sin embargo, a lo largo de estos párrafos dejo claro que la alianza de la familia Calle con Gustavo Petro no fue algo que ahora el presidente de la república pueda negar. A su vez, queda claro que no ha sido una posición política reiterada de los Calle hacia el progresismo ni a los ideales de izquierda. Lo que realmente ocurrió fue una movida de fichas de ajedrez que los llevaron a moverse hacia un lado del tablero que los dejaba más cómodos.
Hoy Andrés Calle con tan solo 33 años culmina su corto paso por la historia política de Colombia con su entrega el pasado 07 de mayo en el bunker de la Fiscalía en Bogotá. El representante Calle tiene mucho que explicarles a sus electores y al país. A su vez, tiene mucho que explicarle a su pueblo, Montelíbano, que lo llevó a ser el representante a la cámara más joven del país.
Personalmente lamento mucho que esta historia haya terminado de esa forma. Que alguien de mi pueblo llegara a tan alta posición del Estado fue hasta cierto punto un momento de orgullo. Hoy vemos que fue producto de tomar atajos y alianzas tenebrosas con personas que estoy seguro de que se olvidaran de él. Esos poderosos que lo ayudaron a subir tan rápido serán los mismos que negarán haberlo conocido. Andrés Calle ahora debe explicar si recibió o no el dinero y refutar las pruebas que ha presentado Esneider Pinilla en su contra. De haberlo recibido debe serle sincero al país en contar para que fue utilizado en un momento en que su padre y hermano se disputaban unas elecciones territoriales. En ultimas, Andrés Calle fue un peón que nada les costó sacrificar en un juego mucho más grande. El deberá ahora defenderse solo mientras en el tablero el juego continúa y otras fichas hacen lo posible por no caer.







