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QUERELLANDO

2019-IV

Una perspectiva sobre los estándares de belleza. 

¿Cuál será el secreto de Victoria para volver a hacer un buen show? 

Victoria’s Secret Fashion Show y como se ha formado un estándar de belleza 

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Fuente: Pexels

Por: Mariana Hernández Bonett 

El Victoria’s Secret Fashion Show ha marcado diferentes generaciones desde su creación en 1995. Éramos muchas las que ansiábamos ver el show, y nos preparábamos previamente para ver castings, temáticas, shoots, artistas invitados, etc. Sin embargo, en 2018 el show fue cancelado por temas económicos, pero principalmente por la caída de su audiencia al enfrentar innumerables críticas que alegaban los estándares dañinos e irreales que promovía el show a través de sus ángeles (modelos que representaban la marca). No obstante, este año, después de cumplirse 4 años de cancelado, regresa el show a las pasarelas. Ya fue lanzado el video oficial de su nuevo show que, según ellos, se encuentra fundando en bases de equidad de género, innovación y empoderamiento femenino. Empero, esta nueva Victoria’s Secret fue bastante rechazada por el público, y a través de redes se expresó la gran inconformidad del público, y se invocó con nostalgia el recuerdo de lo que antes era el show.  

 

Mi perspectiva frente a este show quizá sea un poco polémica, quizá me llamen hipócrita, privilegiada, egoísta o falsa feminista (ya sabrán para donde voy), pero aquí va mi opinión. Si bien, al ser feminista y ser mujer, entiendo lo complejo y cuestionable que es el mundo de la moda y el modelaje en cuanto a la imposición de estándares de belleza y siempre he sido crítica de la falta e inclusión que tiene este mundo en todo sentido. Sí creo que al show original de Victoria’s Secret le faltó incluir mujeres trans, e incluso más diversidad (aunque en lo personal lo consideraba bastante diverso, al menos racialmente) étnica; igual a mi parecer, era un show excelente y el punto era disfrutarlo, no mortificarse por no tener los cuerpos de sus ángeles. El punto principal, para mí, era que los Ángeles de Victoria’s Secret representan precisamente una belleza angelical, celestial, por lo tanto, inalcanzable. Ahora bien, esto puede ser cuestionable porque al final esa belleza inalcanzable que representaban los ángeles es un tanto hegemónica, pues consiste en piernas largas y esbeltas, cinturas pequeñas, busto promedio, glúteos levantados, abdómenes marcados y facciones faciales definidas.  

 

Con todo, al momento de volver a hacer si desfile, la marca buscó adaptarse a las tendencias woke de la actualidad donde todo se trata del body positivity, inclusión, empoderamiento, etc. No obstante, muchas veces se incurre a todo eso por estrategias de mercadeo, y el mensaje termina teniendo poca trascendencia, y más bien es rechazado o aceptado bajo falsas pretensiones - como las prendas con mensajes de “feminismo” producidas por marcas fast fashion que diariamente explotan mujeres y niños para su producción -. Yo creo que el primer caso fue lo que le sucedió a la marca. La moda tiene que evolucionar, y es verdad que aún falta, pero se han dado avances frente a ello. Marcas importantes como Fenty Beauty y Dolce & Gabbana se han caracterizado por tener shows bastante inclusivos, por ejemplo. Consecuentemente, pasarelas como Chanel y Ventino aún se ajustan a su imagen clásica, sin excluir el hecho de que de todas formas hay más inclusión que antes. Tampoco se trata de promover la imagen tradicional de la moda, pues figuras como Kate Moss, a pesar de ser icono de la moda, fue alguien bastante problemática que promovía abiertamente un estilo de vida muy dañino para las mujeres, principalmente. A lo que voy con todo lo anterior, es que no está mal conservar algunas insignias tradicionales y clásicas de la marca, claro está, donde haya inclusión pero no necesariamente en grados altos de esta, sino acorde a la identidad de la marca.  

 

Finalmente, sí es importante cuestionar muchas cosas, especialmente algo tan rígido como la moda, pero considero que el problema no siempre se trata de los “estándares impuestos” por esta, sino que también se debe hacer trabajo de introspección y memoria colectiva, ya que no podemos elegir mortificarnos al no tener estos “cuerpos perfectos y angelicales” de Victoria’s Secret, cuando podríamos más bien celebrar la diversidad y entender que no todas tenemos que tener el mismo cuerpo, y que ese estándar de cuerpo angelical es completamente subjetivo (aunque entiendo que se sostiene de capitalismo, consumismo, misoginia, gordo-fobia, etc; cosas que debemos deconstruir completamente). Mi perspectiva es que, el problema principal con el show y la imagen renovada de Victoria’s Secret, fue que en su afán por ser woke descuidaron mucho su estética e identidad: pasarelas impecables, modelos con actitud, un show vibrante, etc. No tienen que ser los más inclusivos, pues creo que somos la mayoría quienes preferimos el show original. Sí, debe haber inclusión (personalmente, celebro la inclusión de mujeres trans en el show), pero no a costa de perder la identidad de la marca, que fue lo que pasó y lo que generó el descontento. 

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