QUERELLANDO
Más allá del melodrama: el impacto social de las telenovelas colombianas
Telenovelas colombianas:
más que entretenimiento
A través de un análisis de productos como "Café con aroma de mujer", "Hasta que la plata nos separe" y "Betty la fea", se revela cómo estas producciones han reflejado nuestras costumbres, desafíos y aspiraciones como sociedad.
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Fuente: Pexels
Autor: Manuela Ocampo Bustamante
Si se nos menciona la palabra “telenovela”, posiblemente todos los colombianos nos sabemos el nombre de al menos una. Esto, debido a que somos uno de los tres países que producen mayor cantidad de telenovelas, junto con México y Brasil. Porque como sociedad hemos crecido durante toda nuestra vida viendo o escuchándolas, e incluso, podemos decir que tenemos la telenovela más famosa y vista del mundo, transmitida en más de 180 países, doblada a 25 idiomas y con 28 adaptaciones: Betty la fea. Sin embargo, es necesario hacerse una pregunta: ¿Por qué como sociedad nos gustan tanto y somos tan buenos haciéndolas? Para poder responder esta inquietud es importante saber que es una telenovela y que la caracteriza.
La telenovela es un formato televisivo originario de Latinoamérica que cuenta una historia, generalmente con un tono melodramático. Algunas de las características principales son las historias serializadas que se desarrollan a lo largo de una gran cantidad de capítulos, entre 70 y 400 en producciones colombianas, con una trama que evoluciona constantemente y presenta giros inesperados que atrapan al espectador. Por otro lado, la telenovela se caracteriza por sus personajes notoriamente estereotipados que encajan perfectamente en la cultura del país que la produce. El melodrama podría considerarse uno de los aspectos más importantes que tiene la telenovela, pues por lo general se abordan situaciones emocionalmente intensas como el amor imposible, el odio, la venganza, la traición, etc. A su vez, los finales felices en donde el bien triunfa sobre el mal y los protagonistas encuentran la felicidad. En cuanto a la parte de producción de las telenovelas, también encontramos ciertas características representativas. Por ejemplo, la producción continua que permite que la historia se adapte a las reacciones del público y pueda tener giros dramaticales que no estaban determinados, lo que puede inferir en la prolongación del producto durante largos periodos de tiempo. En esta medida, las telenovelas están diseñadas para atraer a una audiencia amplia y diversa, con historias y tramas que pueden ser fácilmente seguidas y que conectan emocionalmente con los espectadores.
Ahora bien, teniendo en cuenta las características de una telenovela, hay que reconocer que somos tan buenos haciéndolas porque compaginan perfectamente con nuestra realidad. Nos sentimos tan identificados con su trama que nos damos cuenta de que para saber quiénes somos los colombianos no tenemos que ir a las noticias, sino a las telenovelas. La ficción es nuestra mejor realidad ya que ha dado cuenta de nuestra memoria cultural. Y es que las telenovelas juegan un papel muy importante en la representación de los valores culturales de la audiencia local. Para comprender un poco mejor hablaremos específicamente de tres telenovelas muy conocidas, escritas por el guionista Fernando Gaitán: Hasta que la plata nos separe, café con aroma de mujer y claramente Betty la fea.
Dejando el melodrama a un lado, es decir, la historia de amor “imposible” nos podemos dar cuenta que, por ejemplo, Café con aroma de mujer sumerge a los espectadores en el mundo del cultivo del café, la cual es una actividad económica fundamental para nuestro país. Además, muestra las condiciones de trabajo en las fincas cafetaleras y, muy importante, la relación de poder que existe entre los hacendados y los trabajadores. Por otra parte, la historia de amor entre “Gaviota”, una recolectora de café y “Sebastián”, uno de los herederos de la hacienda refleja las marcadas diferencias sociales que pueden llegar a existir en Colombia.
En cuanto a Hasta que la plata nos separe, vemos a una familia que se tuvo que desplazar del campo a la ciudad y rehacer su vida allí, en donde a partir del protagonista “Rafael Méndez” se ve la vida de una persona clase baja, mostrando sus aspiraciones luchas y desafíos cotidianos. A su vez, esta telenovela se centra en mostrar la obsesión de la sociedad colombiana por la apariencia física, en donde vale más quien más tenga y como el dinero puede afectar las relaciones personales. Además de mostrar por medio de la comedia la corrupción tan común que existe en Colombia.
Por último, tenemos Betty la fea con su característica más notoria: la discriminación que sufren las personas consideradas poco atractivas, mostrando así, como la apariencia física puede influir en las oportunidades laborales y las relaciones sociales. Por otra parte, como pasa también en las telenovelas anteriormente mencionadas, se observa también las relaciones de poder entre las diferentes clases sociales, en donde a pesar de que una persona de estrato bajo pueda alcanzar un éxito financiero, siempre será visto a los ojos de las personas adineradas como “un pobre con plata”.
Después de haber visto desde una panorámica muy abierta las razones por las cuales las telenovelas retratar la realidad colombiana, se puede decir que las telenovelas muestran la diversidad cultural de Colombia, incluyendo diferentes regiones, clases sociales y costumbres en donde el espectador se siente identificado con las personas y las historias, lo que permite reflexionar sobre su propia vida y sociedad.