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QUERELLANDO

2019-IV

Propiedad Intelectual y Barbie 

See you in the Court: Mattel v. MGA Entertainment 

La propiedad intelectual es un área del derecho que tuvo su mayor auge en los últimos años. Pero con la llegada de la nueva película de Barbie se ha dado mucho de qué hablar sobre los pleitos judiciales de Mattel en razón a la muñeca que rompió los paradigmas. 

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Fuente: Pexels

Por: Geraldine Pardo  

La icónica muñeca Barbie fue creada en 1959 por Ruth Handler en Estados Unidos. ¿Su inspiración? su pequeña hija Bárbara. Ruth notó que todas las muñecas en el mercado no tenían una figura adulta sino que siempre eran bebés, y los demás juguetes pensados para niñas estaban asociados a la maternidad: planchas de juguete que incluso adquirían temperatura, escobas, trapeadores miniatura y objetos de cocina.  

 

Ruth anhelaba que su hija pudiera imaginarse a sí misma como una mujer adulta con una profesión y que no se limitara a imaginar su futuro únicamente como mamá. Barbie fue el primer material infantil utilizado para que las niñas dejaran de soñar con cuidar bebés, casarse, cocinar para su familia, lavar y planchar. Barbie puede ser astronauta, presidente, juez, científica, deportista y artista. Se convirtió en un producto de consumo masivo en varios países al punto en que empezó a tener competidores en el mercado con quienes llegó a pleitos judiciales bastante grandes. Te explicamos a continuación uno de ellos. 

 

En primer lugar, existió un conflicto no hace mucho tiempo entre Mattel (la empresa propietaria de Barbie) y MGA Entertainment quien fue la empresa propietaria de las muñecas Bratz lanzadas al mercado en 200, las cuales representaban el 40% del mercado. Para resumir los hechos, Carter Bryant era un diseñador de muñecas Barbie en Mattel. Él consideraba que Barbie debía romper un poco con la tradicionalidad que tenía y ser más moderna; por lo que realizó diseños disruptivos que Mattel no aprobó nunca y siguió con los estándares que venía trayendo Barbie.  

 

Las Bratz ganaron tanta popularidad que en 2004 Mattel demandó a MGA Entertainment donde alegaron que los derechos de propiedad intelectual de los diseños pertenecían a Mattel, pues Carter Bryant utilizó los prototipos que había diseñado para Mattel como base para el diseño de las Bratz. Todas las demandas, sumadas a las demandas de reconvención se acumularon en una causa única en el Tribunal Federal de Distrito de los Estados Unidos del Distrito Central de California. Aunque existió un contrato de transacción entre ambas compañías, los pleitos judiciales continuaron. En 2008 el jurado sentenció a MGA a compensar a Mattel con cien millones de dólares por adquirir indebidamente las ideas de las Bratz y violar los derechos de autor. Estos últimos, surgen sin necesidad de un registro ante una autoridad pública sino que basta con desarrollar una idea que sea susceptible de apreciación moral y patrimonial, es decir que pueden llegar a traducirse en sumas de dinero teniendo en cuenta las variables del mercado. Además, en la sentencia se incluyó un fideicomiso constructivo mediante el cual se le transfiere todas las marcas Bratz a su legítimo propietario según el fallo, es decir, a Mattel. También ordenó la prohibición de producción o comercialización de las muñecas.  

 

En 2010, MGA recurrió la sentencia que se interpuso previamente ante el Tribunal de Apelación del Tribunal de Distrito donde la sentencia anterior fue revocada. El Tribunal evaluó si el contrato de trabajo de Carter Bryant implicaba la cesión de las ideas que fueron la base para la creación de las Bratz, y en caso de que Mattel fuera la compañía propietaria legítima, concluyó que haberle transferido la propiedad de absolutamente toda la línea de Bratz fue desproporcionado. En 2011 el jurado sentenció a Mattel a pagar una indemnización a MGA por actuar con premeditación y dolo al haber creado un grupo de información sensible del mercado quienes se hacían pasar por compradores minoristas en ferias de juguetes para conseguir información sobre las muñecas. No obstante, el jurado también indicó en su sentencia que MGA interfirió en la relación contractual de Mattel y Bryant de manera intencional, por lo que Mattel fue indemnizada.  

 

Este no fue el único pleito judicial de Mattel en razón a la icónica muñeca de Barbie. Por ejemplo, existió uno alrededor de una Barbie inspirada en Frida Kahlo de su colección mujeres que inspiran, esto, por haber utilizado el nombre e imagen de la artista sin el consentimiento de su familia, o sea sus herederos.  En este caso, un juez de México resolvió la demanda interpuesta por una de las descendientes de la familia Kahlo y ordenó a Mattel dejar de comercializar dicha muñeca e indemnizar a la demandante. Barbie es una marca, y todo lo que existe alrededor de ella representa unos derechos incorporales sujetos a debate gracias a aspectos humanos como la creatividad y la originalidad.  

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