QUERELLANDO
Una de las cosas que uno se pregunta cuando está a punto de graduarse es si va a conseguir trabajo
Crónicas de una adolescente a punto de graduarse
“El primer trabajo”
Ese primer trabajo siempre llega; tarde, temprano o justo a tiempo, solo tenemos que ser pacientes.
Fuente: Pexels
Autor: Valentina Ortega Prieto
Una de las cosas que más me asustaba de salir de la universidad era enfrentarme al mundo laboral y a tener que buscar mi primer trabajo. Solo pensarlo lo sentía como algo aterrador y me encontraba determinada a no trabajar mientras estaba en la universidad. Sé que en la javeriana es muy común que los alumnos empiecen a trabajar chiquitos en cuarto o quinto semestre. Sin embargo, la idea nunca me había llamado la atención porque significaba dejar de enfocarme en la universidad y tener que responderle a un jefe por encima de mis propias obligaciones universitarias. No estoy diciendo que este mal, ya sé que muchos de mis amigos optaron por trabajar durante la universidad, sino que no era lo que yo quería con mi vida.
Como todo en la vida son decisiones, haber decidido no trabajar en la universidad también significaba que no contaba con experiencia laboral, algo que me preocupaba al enfrentarme al mundo de buscar trabajo. A diferencia de mis compañeros me había pasado toda mi carrera universitaria sin trabajar y no contaba con un solo día de experiencia. Sí, había hecho las prácticas, pero es muy diferente.
Con esta desventaja en mente comencé a sobre pensar las cosas y creer que efectivamente nunca me iban a contratar. Le conté mi incertidumbre a mis personas más cercanas que, a su forma, todas me transmitían el mismo mensaje, todo llega a su tiempo no te apures. Con tanta incertidumbre comencé a mirar dentro de mí y descubría una vocecita que al igual que mis seres queridos tenía mucha paz y me trataba de dar la seguridad que me faltaba diciéndome fuerte y claro que ese primer trabajo iba a llegar.
De repente, vencí uno de los miedos que tenía y comencé a mandar hojas de vida sin ninguna expectativa y tuve claras mis prioridades. Me quedaban 2 meses de clases y tenía un viaje universitario que se estaba acercando y no me lo podía perder. Por lo que, me acerque a las entrevistas con esa mentalidad. Sí, quiero comenzar mi vida laboral, pero mi prioridad es terminar la universidad y graduarme lo antes posible. De las dos entrevistas que tuve, estuve muy pendiente de cómo me sentía en cada uno de los sitios y fui lo más sincera que pude con ellos con respecto a mis prioridades del momento y al final puedo decir que uno de los dos trabajos a los que estaba aplicando lo terminé obteniendo.
Sorpresivamente, aunque la vocecita en mi interior tenía la seguridad de que el trabajo en el que me encuentro actualmente era para mí, no me lo quise creer hasta que me llamaron afirmando que entendían mis prioridades y que podía empezar una vez llegara del viaje universitario que tenía planeado con anterioridad. Mostrando como, al igual que yo, respetaban mi proceso académico y también les interesaba que me graduara sin ningún inconveniente.
Al empezar en el trabajo, me di cuenta de que había empezado en el momento adecuado, no me había dejado apurar. Entendí que mi miedo por no conseguir trabajo se encontraba infundado y me demostré a mí misma que lo más importante de todo este proceso era ir a mi propio ritmo no al ritmo de los demás.
Hoy a menos de un mes de graduarme les cuento que este es el último artículo que escribo para Foro Javeriano como estudiante de Derecho. Quería terminar esta serie de artículos sobre crisis de estudiantes a punto de graduarte con una de las cosas más importante que aprendí en este semestre. Esta es que cada uno tiene su propio ritmo y hay que respetarlo. Para algunos eso significa empezar a trabajar en primer semestre y graduarse en menos de cinco años y para otros significa empezar a trabajar mucho después.
Todos tenemos nuestro propio ritmo y tengo la seguridad de que los trabajos llegan cuando tienen que llegar y no hay necesidad alguna de apurarse. Por lo que, te invito lector querido a escucharte. A preguntarte que es lo que verdaderamente quieres hacer en la carrera. Preguntarte si quieres hacer doble titulación, si lo tuyo son los semilleros o los equipos deportivos de la universidad o si acaso prefieres hacer un concurso. Las opciones son infinitas solo debes animarte a pensar qué es lo que quieres y coger un camino, cualquiera que sea. Ten paciencia ese primer trabajo llegará y comenzaras esa vida laboral en tus primeros semestres, en el último a punto de graduarte o ya graduada, pero llegará. El cuándo lo consigas no te hace más o menos egresado de la Universidad ni te hace menos capaz de lograr todos esos sueños que tienes en el corazón.