FORO JAVERIANO

El desnudo en el arte o la bien llamada “belleza anatómica” es probablemente el tema más polémico, controvertido y discutido de la historia del arte. En el mundo del arte ha sido constante la búsqueda de la belleza en el cuerpo humano, sobre todo del femenino (dada la supremacía de pintores varones); pero las trabas para pintar este tema han sido innumerables.

 

Inicialmente, la iglesia católica ha considerado, de siempre, los desnudos como un tema tabú; una especie de inducción o liberación a las bajas pasiones, objeto de vergüenza y fuente primaria de pecado y apartamiento del evangelio. Esto sin profundizar en la religión islámica, que prohíbe la representación de personas y animales, desnudos o vestidos en sus expresiones artísticas. A lo largo de los años, muchos pintores han sido víctimas de persecuciones y procesos judiciales por pintar desnudos (un ejemplo de ello es el español Goya).

 

Aún así, en ciertas épocas históricas se ha mostrado mayor flexibilidad frente al tema; como en el Renacimiento, cuando se admiraba la estética greco-romana y se copiaban sus desnudos. Pero los artistas, siempre se “justificaban” o excusaban para poder representar un cuerpo desnudo: debía ser una diosa antigua como Venus o Afrodita (diosas de la belleza carnal) o Diana saliendo del baño (imagen típica de la mitología) o era una dama, a quien se le caía la ropa inadvertidamente.

Las expresiones anatómicas, sobre todo las pinturas, seguían las convenciones sociales por lo que solo ilustraban desnudos en escenas que así lo exigían- como en la representación de Adán y Eva como pecadores del infierno- pero, normalmente, estos eran censurados o les agregaban decoro a través de un objeto como una ramita, una hoja, un pedazo de tela que “casualmente” cubría los atributos sexuales.

 

Varios artistas se atrevieron a retar las convenciones sociales pintando un desnudo sin excusas, sin místicos objetos. Algunos de ellos fueron Michelangelo, Pieter Paul Rubens, Albrecht Durer y Goya con su famosa “Maja Desnuda”, a ese último el atrevimiento le costó un proceso de la Inquisición.

 

Hoy en día, a nadie en su sano juicio se le ocurriría escandalizarse por la contemplación de un cuerpo humano desnudo en una representación artística. ¡Ojo! Hablo de la contemplación artística de una obra y no de la contemplación pecaminosa que encara una obsesión sexual o un perjuicio injustificado por parte del contemplador.

 

Se creía superada la polémica frente a desnudos eróticos que artistas como Egon Schiele y Gustave Courbet que pintaron hace más de un siglo. Sin embargo, la censura sigue ahí. De hecho, se puede decir que más arraigada que nunca.

En el centenario de la muerte de Schiele, autoridades de Alemania y Reino Unido prohibieron los carteles producidos por Austria, país natal del pintor, que invitaban con sus desnudos a las exposiciones conmemorativas. En los posters, una etiqueta cubría el sexo de hombres y mujeres; y allí la Oficina de Turismo de Viena advierte al público: “Lo siento, 100 años, pero demasiado atrevido para hoy”. La energía erótica del arte de Schiele provocó muchos escándalos en la sociedad de su época y en la de hoy en día.

Medio siglo antes de la muerte del austríaco, la pintura “El origen del mundo” de Gustave Courbet, también había perturbado con su desafiante fuerza a la sociedad francesa. La discusión, en buena medida, no ha cambiado: “¿es arte o es pornografía?”

 

Más actual todavía, el 25 de marzo de este año, la directora de una escuela en la ciudad de Tallahassee (Florida), Hope Carrasquilla se vio obligada a renunciar después de que los padres se quejaran de mostrar “pornografía” cuando enseñaba obras de arte a los niños de sexto grado de primaria. La pornografía a la cual hace referencia es la del arte Renacentista, específicamente la escultura “David” de Michelangelo.

 

El presidente de la junta escolar aseguró que está haciendo presión para que se elabore una ley que dé a los padres más control sobre la enseñanza que reciben sus hijos durante la primaria. Según el presidente de la Tallahassee Classical School los padres se quejaron porque no les gusta "el adoctrinamiento 'woke' (progresista)" que se ha generalizado en la institución.

 

Florida, de la mano del gobernador Ron DeSantis, se ha convertido en el "epicentro" de la "guerra cultural" que viven los progresistas y conservadores en Estados Unidos, donde los republicanos acusan a los demócratas de promover una agenda 'woke' que no sólo favorece a la comunidad LGBT, promueve el aborto y se muestra contraria a las armas de fuego, sino también afecta  la educación en temas sobre sexualidad, los deportistas transgénero y la 'Teoría Crítica de la Raza', donde se hace un revisionismo histórico sobre la esclavitud y la discriminación afroamericana en Estados Unidos.

 

Por desgracia para el avance cultural y artístico del siglo XXI hemos regresado a una especie de inquisición donde hemos olvidado las enseñanzas de la antigüedad y el humanismo. La censura se ejerce por delación. Quiero recalcar que, lo importante no era si las brujas de Salem eran brujas, lo importante era que alguien lo creyera. Con esto me refiero a que no es grave que un mínimo de personas crean que las grandes obras de arte sean pornografía (todavía existe gente que cree que la tierra es plana y se basa en conspiraciones de YouTube) pero cuando ya ese número acrecienta y no se mira el trasfondo histórico se atenta contra el desarrollo de la sociedad y hasta el de la humanidad.

 

Si el David de Michelangelo no estuviera desnudo ¿sí representaría una obra maestra ? ¿Necesitamos que un objeto obstruya “casualmente” los genitales ? ¿ Solo porque no los puedo ver bloquea  cualquier pensamiento mundano o pecaminoso que se tenga? ¿Tenemos que llegar al extremo de adoptar la forma en la que presentan a ken de Barbie ?

 

El David de Michelangelo es una obra maestra en todo su esplendor; no hablo únicamente de su belleza e imponencia estética sino del cambio histórico que representa. Michelangelo cambia la visión religiosa de la historia clásica y la enfoca en el poder político. El artista opta por privilegiar la intención sobre la acción, la determinación sobre la acción misma: David aún no ha tirado la piedra, pero está a punto de hacerlo, todo el mundo lo sabe o lo hará. Todos los posibles atacantes deben saber que el David es una amenaza, una promesa de que la República florentina tendrá una defensa planeada, valiente y enérgica. Incluso la desnudez del joven héroe bíblico es concebida por Michelangelo como una clara manifestación de fuerza e ira; una de las primeras virtudes cívicas como condiciones necesarias para la conquista y defensa de la libertad, sin la cual todos los más altos ideales humanistas, centrados en la dignidad del hombre, perderían todo significado real. Así se concibe a David en el acto de mirar y psicológicamente de cara a la acción a realizar: las cejas se fruncen como para apuntar, mientras el brazo izquierdo doblado coloca la honda sobre el hombro y el derecho, con una fuerte flexión de la muñeca, prepara la piedra.

 

Cancelar y censurar las grandes obras muestra una nueva ola que se asocia con la desinformación o la ignorancia y simplifica de una manera basta y burda el significado de la obra. Como se dijo anteriormente la censura deriva de la delación. Toda la sociedad tiene un rol en ese acto pues puede rechazarlo o reaccionar favoreciendo esa inculpación. Con la modernidad la aprobación de la delación es más sencilla con las redes sociales. En Facebook no tienes un censor, tienes un botón que te permite denunciar, delatar la inmoralidad de algo o alguien, y el mecanismo social de la censura se desencadena. Pero sigue siendo un robot, no un humano con la capacidad de analizar y asociar valores con el espacio temporal al que corresponden.

 

Creo que el eje central de este escrito es un llamado de emergencia a retomar una cultura antropocéntrica en donde la belleza no sea reflejo de la divinidad, como lo era en el arte medieval, sino la expresión de un orden intelectual y profano basado en la medida, el número y la proporción. La naturaleza será estudiada, en sí misma, y encontrará, en la perspectiva, el modo adecuado de su representación. Por esto mismo se debe analizar el cuerpo humano desnudo, buscando la naturaleza de este ,evocando los cambios que hemos hecho a lo largo de la historia; e ilustrando la perfección como un reflejo del antropocentrismo del pensamiento humanista.

“Aquel que no conoce su historia está condenado a repetirla” las críticas a la doctrina woke han llegado a un límite. Podemos mirar con ojos fustigadores al futuro pero solo podemos aprender del pasado. Acoplándome a la teoría de Hegel, cada fase que la humanidad supera es un avance o una síntesis de dos argumentaciones antagonistas y esa fase/etapa es un peldaño; la idea es seguir subiendo la escalera no descender los peldaños.