CONSTRUCTIVAS
La perspectiva de un primíparo frente a la de un estudiante a punto de graduarse
NUESTRA CARRERA: LOS SUEÑOS VS LA REALIDAD
Nos reunimos con un primíparo y un estudiante a puertas de graduarse, con el objetivo de mostrar cómo la realidad cambia nuestra perspectiva y muchas veces es un baldado de agua fría que nos transforma para siempre.
Fuente: Archivo personal
Por: Pablo Güete Álvarez
Antes de iniciar con este vago experimento (más vago que experimento), es menester aclarar que entendemos que los rasgos de personalidad de cada persona son completamente distintos en cada una de ellas. Lo anterior, lo podemos ver reflejado en los actos y comportamientos de cada una, siendo coherentes a través de las situaciones e independientes a los contextos que experimenta o vive cada sujeto. De ahí que la personalidad es aquello que hace única a la persona.
Sin embargo, quisimos plantear una serie de preguntas sobre nuestra universidad, nuestra facultad y algunas cuestiones básicas sobre nuestra futura profesión. Entrevistamos a un estudiante de primer semestre y a uno que está a tan solo semanas de recibir su diploma de grado. Lo anterior, con el fin de intentar retratar el cambio de nuestros pensamientos y nuestro saber, que se produce entre el instante en el que iniciamos nuestro paso por la universidad y el momento en que estamos a punto de terminarlo.
Entrevista estudiante de primer semestre:
Foro Javeriano: ¿Por qué decidió estudiar derecho?
Estudiante Primer Semestre: Fue una decisión muy complicada porque tenía muchas cosas en mente. Creo que hay mucha presión, pero con el paso del tiempo, las carreras son cada vez más versátiles y estudiar una cosa no implica que necesariamente toque ejercer de forma estricta. Creo que derecho es una de esas carreras que abren muchos campos laborales y le permiten a uno desempeñarse en distintas cosas; creo que el derecho me va a dar las herramientas para desempeñarme en lo que quiero.
FJ: ¿Qué es el derecho y para qué sirve?
EPS: El derecho se puede ver de muchas formas. Se puede ver desde una perspectiva muy técnica que sería: el conjunto de normas y de principios que regulan las relaciones humanas, pero creo que también tiene un enfoque más filosófico que busca un equilibrio en la sociedad con ese componente de justicia e igualdad.
FJ: ¿Cuál es el trabajo del abogado?
EPS: Puede hacer muchas cosas. Desde litigar hasta ver la parte legal al momento de diseñar una empresa, tiene muchas áreas para desempeñarse.
FJ: ¿Qué expectativas tiene de la carrera?
EPS: Espero no solo formarme como abogada, sino también formarme como persona. La formación y la construcción personal es algo que nunca se termina, pero creo que esta época y más esta universidad, nos permite mucho formarnos como persona.
FJ: ¿Qué rama del derecho le gusta más?
EPS: Hasta ahora, el derecho privado. Trato de tener la mente abierta para no frustrarme con ninguna rama.
FJ: ¿La justicia es la prioridad del abogado?
EPS: Sí, el derecho sirve para impartir justicia y para regular las relaciones humanas.
FJ: ¿Qué opinión le merece la Javeriana y su facultad de derecho?
EPS: Me encanta. He hablado con mis amigos que han elegido otras universidades y me encanta la Javeriana. No solo por la metodología, que se acopla mucho a mi forma de aprender, sino también, por la gente y los profesores.
FJ: ¿Qué sentimiento tiene al ir a clase?
EPS: (risas). Depende de la clase, porque, por ejemplo, constitucional no me gusta tanto. Pero bienes y romano, me encantan. Entonces también se trata de la expectativa que uno tiene de los temas que va a ver cada día.
FJ: Profesionalmente, ¿cómo se ve en diez años?
EPS: Me gustaría trabajar en algo como en una ONG. Yo sé que choca con las materias que me gustan, pero también es muy importante la parte personal y yo busco ayudar a la gente, más que lucrarme con la carrera. Tengo la mente abierta a lo que venga.
Entrevista estudiante decimo semestre:
FJ: ¿Por qué decidió estudiar derecho?
EDS: Al comienzo, porque me gustaba la política. Uno cree que la mejor forma de llegar a ser servidor público es a través del derecho. Siempre tenemos un sentido social al empezar la carrera, decimos que queremos trabajar para la gente, solucionarles los problemas a las personas y de hecho eso fue lo que dije en mi entrevista para entrar a la facultad. Ese sentido social uno lo sigue teniendo, pero se transforma en algo mucho más realista, porque nos damos cuenta de que no se puede ayudar a todo el mundo y que existen conflictos de intereses.
FJ: ¿Qué es el derecho y para qué sirve?
EDS: Es un instrumento de poder. Se puede usar en cualquier dirección, justa o injusta, no importa, simplemente es un instrumento de poder.
FJ: ¿Cuál es el trabajo del abogado?
EDS: Esta pregunta, como la anterior, se pueden confundir entre el ser y el deber ser. Por supuesto que el derecho debería ser usado de una manera ética, y la profesión del abogado debe ser ejercida de la misma manera, pero la realidad es que el ejercicio del abogado es siempre una cuestión de intereses, de defender unos intereses determinados, sin importar su dirección social, económica o política.
FJ: ¿La carrera cumplió sus expectativas?
EDS: Creo que sí. Hablando con mis amigos, conversábamos sobre la forma en que cada uno en su momento estuvo muy insatisfecho con la carrera; todo el mundo sintió que en algún momento se quería salir, o que odiaba el derecho en ese instante. Pero ahora, todos estamos felices porque nos damos cuenta de que estudiar acá era someterse a estar enfrentando las propias convicciones todos los días, y darse cuenta de que uno se moldea y se moldean los demás alrededor de uno.
FJ: Cuando entro a la carrera, ¿qué rama creía que le iba a gustar? ¿eso cambió?
EDS: Al principio, me gustaba el tema público, me gustaba mucho constitucional, pero desde mi primera clase de derecho penal, me volví penalista, irremediablemente. Eso cambió porque el derecho tiene formas de enamorarlo a uno y me sedujo más el tema penal que el público, que de todas formas nunca va a estar desligado.
FJ: ¿La justicia es la prioridad del abogado?
EDS: Debería serlo, pero en la poca experiencia profesional que uno tiene mientras está estudiando, se da cuenta que en el ejercicio del derecho en el diario vivir no es así. Es simplemente una pelea constante de intereses.
FJ: ¿Qué opinión le merece la Javeriana y su facultad de derecho?
EDS: Con relación tanto a la universidad, como a la facultad, al principio de la carrera uno siente que somos su centro de interés. Después dejamos de importar un poco, a medida que uno va avanzando, y cada vez, hay más trabas, más requisitos y más cosas para salir. Cada vez uno importa menos. Empieza a importar más lo que uno tiene que hacer, que el desarrollo de uno como estudiante. En particular en la facultad, sería bueno que fuéramos más parecidos a toda la universidad, porque en la facultad de derecho no se respira la inclusión, ni la diversidad que sí se respira en las demás facultades. Puede llegar a haber un ambiente demasiado elitista.
FJ: ¿Qué sentimiento tiene al ir a clase?
EDS: La mayoría ya no queremos ir a una clase más, pero tratamos de disfrutarlo porque sabemos que son los últimos momentos que nos quedan con los amigos, de salir en los huecos a hablar antes de tener que irse a trabajar o cualquier otra cosa. Ya queda muy poco tiempo para compartir, así que tratamos de poner la mejor cara.
FJ: Profesionalmente ¿Cómo se ve en 10 años?
EDS: Sí, se puede decir que la Javeriana nos da las bases para ponernos las metas más altas que hay. Tenemos las bases para lograrlo, entonces me identifico con mis compañeros en el sentido de que todos le apuntamos a lo más alto, cada uno en nuestro ámbito.
La invitación, lectores de este periódico, la puede sacar cada uno de ustedes. ¿La realidad trunca nuestro deseo de construir una sociedad más justa? Eso es algo que deberá, cada uno de ustedes, responder a sus adentros. Y si se encuentran, como yo, en la mitad del recorrido, no está mal hacer un alto en el camino y recordar. Recordar qué nos motivó a querer invertir nuestro tiempo y nuestras ganas en este complejo ejercicio que llamamos derecho. Recordar ese afán, que seguro muchos tuvieron, por querer, de alguna manera, salvar vidas y construir una mejor sociedad. Lo cierto es que no hay una única forma de lograrlo. Lo importante será entonces, que en lo que hagamos, el bien mayor y la conciencia social siempre estén en nuestro radar.