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OPINIÓN

Literatura de posguerra

Por: Manuela Ocampo Bustamante

Bajo un sentimiento de desesperanza y desesperación después de la Segunda Guerra Mundial, nacen las tres grades distopías del siglo XX en la literatura: Un mundo feliz de Aldous Huxley, 1984 de George Orwell y Fahrenheit 451 de Ray Bradbury. 

 

Entendiendo como distopía la “representación ficticia de una sociedad futura de características negativas causantes de la alienación humana” (RAE, 2024), estos tres autores logran crear mundos que hoy en día no está tan alejados de la realidad. Por ejemplo, en Un mundo feliz existe una sociedad futurista que ya no es vivípara y está condicionada mediante estereotipos y conductas a ser feliz con las clases sociales a las que pertenecen por nacimiento, en donde hay una censura sobre los libros con la intención de que la sociedad no cuestione ningún pensamiento. Sin embargo, muy lejos de la “civilización” están los salvajes, seres que todavía procrean mediante relaciones sexuales, donde existe el concepto de familia, dónde hay rituales, literatura, imperfección y sentimientos que no solo están asociados a la felicidad. Por cuestiones que solo el libro puede contar, uno de estos salvajes llega al mundo “civilizado”, allí se enamora en un lugar donde no existe el amor, siente tristeza en donde solo se puede sentir felicidad; por eso surgen dos preguntas importantes: ¿Podrá el salvaje seguir siendo salvaje en aquella sociedad civilizada o deberá adaptarse y perder lo que lo hacer ser humano? ¿Nosotros en pleno siglo XXI seguimos siendo salvajes o estamos tendiendo una transformación paulatina a civilizados? 

 

Por otra parte, tenemos a 1984, donde está en su máxima expresión la alienación que ejerce un partido político sobre toda su población, con cámaras que invaden la privacidad, sistemas para controlar el pensamiento y con una censura de prensa y libros. En 1984 las personas no tienen memoria ni criterio, el gobierno durante muchos años a cambiado la historia y le ha hecho creer a la sociedad que ciertos acontecimientos de cultura general no sucedieron. Es allí donde Winston Smith, el protagonista, decide silenciosamente irse en contra del gran sistema. Sin embargo, en medio de una sociedad alienada completamente y en busca de aliados ¿podrá este personaje romper un sistema totalmente estructurado? Sin la mayor de las dudas este libro nos pone a reflexionar qué tan influenciados estamos como sociedad y como cada vez somos menos críticos frente a diferentes problemáticas y debates que mueven el mundo, también nos pone a pensar que tan vigilados estamos y como a partir de la publicidad compramos cosa que en un principio no estábamos buscando, porque yo sé que ustedes se han hecho la misma pregunta que yo me hago en este momento, ¿será que mi celular me está escuchando, o por qué me aparece en internet algo de lo que estaba hablando con alguien?  

 

Por último, está Fahrenheit 451, que nos presenta un mundo futurista donde los bomberos ya no apagan incendios, sino que los crean, y prenden en llamas las casas en donde haya información de que sus propietarios tengan o lean libros. En esta sociedad tan superficial debido a la fuerte censura de la literatura, aparece nuestro protagonista Montag, un bombero que mientras hacía cenizas una casa se encuentra con un libro que decide conservar y lo va leyendo a escondidas. Un día su esposa, que pasaba todo el día hablando de temas mundanos, se encuentra con aquel libro de su esposo. Esta mujer decide denunciarlo y empieza toda una persecución en contra de Montag. ¿Será que el protagonista podrá escapar de aquel régimen? ¿Podrá encontrar algún lugar donde seguirá leyendo? Al final,  Montag descubre una cosa: lo único que le queda es su memoria.  

 

No es casualidad que estos tres libros tengan algo en común: la censura de la literatura. Y es que es evidente que la lectura nos vuelve personas críticas frente a un mundo que cada vez se vuelve más distópico, donde las personas leen cada vez menos y se está perdiendo esa cultura de clubes de lectura que potencian aún más la fuerza de la alienación.  

 

Referencias 

RAE. (2024). Distopía. https://dle.rae.es/distop%C3%ADa 

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