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OPINIÓN

La belleza: el “deber ser” 

Por: Verónica Triana Camacho 

Cuando eres mujer, desde una temprana edad te das cuenta de que eres diferente a los hombres, no porque hayas nacido con una combinación de cromosomas distinta, sino más bien, porque te rodeas de una sociedad que te exige cosas específicas por cuestiones de tu género. La belleza y su perfección, quizás sea la demanda más recurrente en la vida de las mujeres; esta juega un rol importante dentro de sus historias, ya que la mayoría se encuentra en una búsqueda por unas características inalcanzables, que consumen gran parte de su energía, salud, tiempo y felicidad.  

Vivimos en una sociedad que muestra a mujeres delgadas como la representación de la belleza, éxito social y autocontrol, lo cual le hace pensar a las demás que el mundo está constituido para este único tipo de mujeres y que aquellas que no estén dentro del molde deben corregirlo (Araya, 2006).  

A partir de estas percepciones sociales sobre el cuerpo femenino, la imagen corporal de las niñas, jóvenes y adultas se ve distorsionada; pues la manera en que conciben sus cuerpos, es con desagrado y con una fuerte necesidad de cambio para verse más aceptadas; esto las lleva a no contemplarse como personas relevantes y depender de la validación por parte de otros para sentirse significativas. Por ello, proceden a tomar decisiones de cambio (bajar de peso, rituales estéticos, cirugías), que las hagan notables y aceptadas socialmente para así recibir el amor, que no encuentran en sí mismas (Rodríguez & Moreno, 2019).  

Todas nos incorporamos en una sociedad que ha hecho de la imagen corporal la cualidad más importante; intercambiando sus estudios universitarios, trabajos, experiencias, honestidad y responsabilidad por la belleza física, que es lo que determina al final si son buenas o no para determinadas labores en la vida social (Alvarado & Sancho, 2011). Se considera un culto hacia una cualidad que las mujeres deben personificar en todas las etapas de su vida, convirtiéndose en sirvientes de unos preceptos creados desde una mirada masculina sobre lo que debe ser la belleza femenina.  

La mujer ha sido y es una eterna musa construida tras una mirada masculina, que perpetua modelos sociales femeninos inalcanzables y reproduce estereotipos sobre la sexualidad, físico y personalidad de este género; haciendo de la mujer nada más que un objeto para el placer del hombre, los cuales poseen control sobre todo el ser de cada una de ellas, moldeándolas a su conveniencia (Muñoz, 2015). 

La belleza, entonces se convierte en el deber ser de toda mujer, lo que le impide desenvolverse libremente en cualquier aspecto de su vida, porque tiene que direccionar una parte de su atención en su apariencia. Esto me lleva por último a mencionar el Mito de la Belleza por Naomi Wolf, la cual nos muestra como este aspecto en las vidas de las mujeres las limita y oprime, todo en favor de un sistema patriarcal instaurado en nuestra sociedad. Por eso nos menciona que “se convierten los cuerpos de las mujeres en las prisiones que dejaron de ser sus hogares” (Wolf, 2015, p.59). 

 

Referencias 

Alvarado, V., Sancho, k. (2011). La belleza del cuerpo femenino. Revista Wimb LU, 6 (1), 9-21. 

Araya, D. (2006). Análisis de la cosificación de la imagen femenina, en el contexto de una sociedad patriarcal: un factor que incide en las manifestaciones de trastornos alimentarios en mujeres adolescentes [Trabajo de grado de maestría]. Universidad Estatal a Distancia. 

Muñoz, A. (2015). Iconografía, estereotipos y manipulación fotográfica de la belleza femenina. Estudios sobre el mensaje periodístico, 21 (1), 369-384. 

Wolf, N. (2015). Hunger. The Beauty Myth (pp. 56-64). Vintage. 

Rodríguez, J., Moreno, O. (2019). La amenaza detrás de la belleza: Un análisis psicológico en modelos de moda mexicanos. Psicología Iberoamericana, 27 (1). 

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