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EN EL SEXTO

“Javeriana, Javeriana, Javeriana” 

¡La Javeriana se coronó en el Moot de Libre Competencia! 

Después de una destacada participación en las últimas ediciones, el equipo de la Javeriana se quedó con el primer lugar de este reconocido concurso organizado por la firma de abogados Bullard Falla Ezcurra+ y la Universidad del Pacífico. 

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Fuente: Archivo personal María José Gómez

Por: José Javier Osorio Quintero y David Alejandro Cáceres Guerrero

Marianne Mejía Arango, Mariana Calderón Gómez, María José Gómez Álvarez, Antonio Galindo Jacobsen, Tomás Vargas Escobar, María José Vargas Carrizosa y Óscar Alejandro Pineda Alcalde son los actuales ganadores del Moot de Libre Competencia organizado por la firma de abogados Bullard Falla Ezcurra+ junto a la Universidad del Pacífico. El equipo estuvo dirigido por Olga María Mutis Ordóñez, Mariana Camacho Ordóñez y Hernán Antonio Panesso Mercado.  

 

El concurso ha ido tomando una “fama” considerable al interior de la Facultad gracias a la destacada participación que han tenido los equipos Javerianos que han concursado en él. El voz a voz de los participantes de la versión pasada, especialmente el de Alejandro Bernal Rey, fue determinante para que la clase “Prácticas en Derecho Económico” tuviera 19 personas inscritas. Otros profesores como la Dra. Natalia Monroy y el Dr. Carlos Andrés Uribe también le hacen mucha publicidad.  

 

Algunos de los mayores atractivos de participar en un concurso son el peso que tiene en la hoja de vida y la oportunidad de homologar la tesis. Este concurso particularmente tiene el diferencial de que la duración de su preparación es de 6 meses. 

 

El tema del concurso de este año se encontraba en el marco de unas integraciones empresariales en el fútbol en las cuales los equipos pasan de ser asociaciones a sociedades abiertas, lo que los hace atractivos para los fondos de inversión. El caso puntual es que, uno de estos fondos diversifica el portafolio, adquiriendo control en distintos equipos que eran competidores directos en una competencia a nivel continental, lo cual genera conflictos de intereses, congelamiento del valor de los jugadores, frustración de los traspasos, etc. 

 

El trabajo de los equipos consistía en relacionar el tema con las prácticas restrictivas de la libre competencia enmarcado en un incumplimiento contractual por estar en sede arbitral, lo cual es un tema muy discutido en relación con su eventual procedencia. 

 

La clase está muy bien organizada pues inicia con un repaso del Derecho de la Competencia y posteriormente se vuelve más práctica con exposiciones de los estudiantes, seguidas de retroalimentaciones de los profesores. Cuando llegan las instrucciones del concurso ya hay unas buenas bases y todos los inscritos a la clases preparan el memorial y las primeras investigaciones, por ello los nombres de todos quedaron en el memorial. La elección de las personas que participan se realiza con base en sus capacidades, compromiso, liderazgo, proactividad, capacidad de expresión oral, conocimiento, entre muchos más factores. Inicialmente solo irían 5 personas, pero lograron aumentar el número a 8 pero una de las que quedó seleccionada renunció antes de viajar. 

 

Ya seleccionados los que participarían en el concurso, el apoyo que les dieron las firmas y los distintos invitados expertos en competencia o arbitraje fue fundamental. Constantemente tenían reuniones con abogados para que los escucharan o incluso recreaban audiencias sobre el caso y les hacían preguntas de muy alto nivel. Al final les daban tips y recomendaban lecturas que al final les sirvieron mucho. Otro aspecto determinante para el triunfo fue la unión que nació entre ellos tras las interminables reuniones de Teams hasta las concentraciones intensivas que tuvieron 2 semanas antes del viaje junto a los juegos de bolos y las coreografías. La unión fue tal que al momento de pensar en el concurso “es como si fuera una sola mente”. 

 

En la búsqueda de patrocinios fue fundamental la gestión de los entrenadores y del Dr. Carlos Andrés Uribe Piedrahita, Director del Departamento de Derecho Económico de la Facultad de Ciencias Jurídicas de la Pontificia Universidad Javeriana. Óscar fue el encargado de enviar decenas de cartas a decenas de firmas, pero fue un proceso muy difícil porque muchas no respondieron. La Universidad los apoyó con 2 tiquetes de estudiantes, 1 tiquete de entrenador y 6 hospedajes. Contaron además con el apoyo del Centro de Estudios en Derecho de la Competencia (CEDEC), Uribe Yáñez, Backer McKenzie Colombia, Esguerra JHR, Galindo Vácha Abogados, Brigard Urrutia y Corcione Abogados. Al final a cada uno le correspondió dar poco más de $800.000. 

 

El día del viaje Marianne les habló de su deseo de conocer China. Cuál no sería la sorpresa cuando llegaron a un hotel lleno de elementos chinos, huéspedes chinos, conversaciones con chinos y hasta olores chinos. Lo vieron como un presagio de buena suerte. Sus demás amuletos o cábalas fueron Cucurella, Lamine Yamal y hasta “El ritmo que nos une”, el cual fue su himno y aliento. 

 

Hagan amigos, sean felices, sean queridos y pásenla bueno”, fue lo que les dijo Olga Mutis cuando llegaron a Perú. Caer en cuenta que más que una competencia era una oportunidad de aprender, conocer personas y sobre todo divertirse les quitó todo el estrés y presión con la que iban. Los jueces siempre les reconocieron el hecho de saludarlos a ellos y a la contraparte al igual que empoderarse del escenario poniéndose de pie cada vez que hablaran. La unión del equipo, su alegría, su música y su marcado sentido patrio, con su bandera a cuesta, hizo que llamaran la atención y les reconocieran su amabilidad. Incluso la Decana de la Facultad de Derecho de la Universidad del Pacífico les decía “Soy su fan” por las barras que hacían y la alegría que siempre tenían. 

 

Fue un espacio muy emocionante porque lograron balancear el estudio con el turisteo. Era muy emocionante cuando se topaban en los pasillos con diversos autores que habían leído al prepararse para el concurso. Destacan que era muy emocionante el “estar ahí”. 

 

En el coctel de bienvenida empezaron a saludar otros equipos y preguntar qué número de identificación tenían para saber con quiénes se enfrentarían. En una de esas, María José Vargas le dijo a un equipo que ellos eran el 14 (cuando en realidad eran el 19) y le respondieron que se enfrentarían contra ellos. -Ya se imaginarán la cara de los Javerianos-. 

 

Luego de la primera audiencia fueron a almorzar al restaurante de enfrente y Tomás puso el morral en la silla. Por el peso esta se cayó y él se sentó en una silla que no estaba y se fue al piso. Todos se atacaron de la risa y él se puso muy bravo pensando que alguien le había corrido la silla. -Quizá al sol de hoy sigue pensando que fue así-. 

 

En cuartos de final les correspondió enfrentarse al equipo de la Universidad de Chile, ganadores del concurso en el 2023. La presión era superior porque los participantes del año pasado les pidieron enfáticamente ganarles a ellos. Mientras esperaban el resultado, a María José Gómez se le dobló la punta del tacón, se fue hacia atrás y le regó el café al entrenador del equipo chileno. De los nervios y la malacara de su víctima le dio un ataque de risa que no pudo contener. 

 

La noche anterior a las rondas finales, algunos miembros del equipo pasaron casi que derecho preparando los hechos nuevos para las audiencias del día siguiente. Como Marianne y María José Vargas eran las oradoras y debían descansar. Mariana y María José Gómez se quedaron estudiando en la habitación de los niños y, en el punto de mayor concentración, Óscar, que se encontraba dormido, pero que ya les había advertido que era sonámbulo, empieza a gritar: “¡Eso está feo!”, “¡Bórrenlo!”, “¡La presentación no está descargada!”. Tomás lo enfrentó diciéndole que estaba dormido mientras Mariana y María José Gómez se reían. 

 

Al día siguiente, tanto Antonio como Tomás y Óscar se quedaron dormidos mientras sus compañeras los esperaban en el lobby. Después de mucho llamarlos y no recibir respuesta Mariana subió temiendo que se hubieran quedado dormidos. -Dicho y hecho-. Cuando por fin Antonio abrió la puerta, ni la cara de desubicados que tenían conmovió a Mariana quien no dudó en decir: “¿Es en serio?”.  

     

Es de resaltar el gran apoyo que tiene algunos equipos chilenos como el de la Universidad Adolfo Ibáñez en donde se encuentra el Centro Competencia (Ceco), el recinto más importante dedicado al estudio de este tema en América Latina, que se enfoca en preparar equipos para estas competencias, al punto de destinar practicantes para el apoyo de los mismos. Óscar los contactó y está en las gestiones para empezar a escribir con ellos. 

 

La alegría y autenticidad que imprimió el equipo de la Javeriana es indiscutible. Con su bandera de Colombia (fueron el único equipo que llevó bandera de su país) y su parlante le metían sabor a cada rincón. Recuerdan las risas con las que los miraban Alejandro Falla y Alfredo Bullard, a las afueras de sus oficinas, poniendo música y cantando: “Ole, ole, olea”. 

 

Frente a la experiencia en general, comparten que “Cuando uno se monta a ese avión no sabe que esperar. Es una experiencia supremamente novedosa porque apenas uno llega a Lima uno se desconecta de la realidad y entra a una burbuja mágica de sentimientos relacionados al concurso. Es un sentimiento que nunca se va a repetir porque estábamos muy enfocados al concurso. Nos volvimos una familia en la que los unos nos apoyamos con los otros y el resto se volvía secundario”. 

 

Lo más importante para ganar fue la unión, el disfrute del proceso y la especialización que cada uno desarrolló y aportó al grupo. Marianne, la oradora, principal, tiene una capacidad impresionante de absorber información y comunicarla; Mariana es muy disciplinada, juiciosa y carismática; María José Gómez tiene experiencia en propiedad industrial y revisión de jurisprudencia; Antonio tiene gran conocimiento en fútbol, investigación y apoyo al equipo; Tomás posee una gran capacidad de atención al detalle; María José Vargas es paciente, dedicada y tenía todo el caso en la cabeza; y Óscar posee amplios conocimientos en competencia y sobre todo brindó apoyo emocional al equipo. Frente a los entrenadores, Mariana también los apoyó emocionalmente; Olga era una excelente D.T. que movía todo y los ponía en su lugar; y Hernán, que no pudo viajar, los apoyó desde la distancia. Mención especial a Alejandro Bernal Rey que, aun habiendo participado en el concurso el año pasado, los apoyaba y se reunía con ellos, e incluso los regañaba cuando no estaban concentrados. 

 

Junto al premio a “Mejor equipo” fueron galardonados con el de “Mejor interrogatorio” y el “Segundo Mejor Orador General” a Marianne. El reconocimiento fue de $10.000 USD, los cuales repartirán por partes iguales con los entrenadores. 

 

Es importante reconocer y agradecer a la firma de abogados Bullard Falla Ezcurra+ y a la Universidad del Pacífico por su compromiso y organización con este importante concurso. 

 

La historia de la fiesta tras el triunfo da para otro artículo. Recomendamos les pregunten a ellos cómo la pasaron. 

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