top of page

ESPECIAL

La fundación que trabaja con niños con enfermedades patológicas 

FUNDACIÓN ANGIE BÁQUIRO 

Una breve entrevista a una fundación que se conforma por un grupo estudiantil de la Javeriana, cuyo enfoque es cumplir sueños a niños con enfermedades terminales. 

Angie Báquiro.png

Fuente: Archivo personal

Por: Gabrielle Maichel  

Esta entrevista va dirigida a cómo un grupo de estudiantes de la facultad de medicina ha logrado cumplir los sueños de aquellos niños que residen en el Hospital San Ignacio a costa de sus enfermedades patológicas terminales. De igual manera, la fundación ha podido extenderse y ayudara a niños de otros hospitales dentro y fuera de la ciudad.  

 

A continuación, hablamos con la Directora General del grupo, Carolina Ramos, que es estudiante de Medicina.  

 

¿Cuándo comenzó la fundación? 

La fundación comenzó en el 2006, con una niña que se llamaba Angie Báquiro. Angie tenía siete años. Ella quería ser médica, por lo que un grupo, mayoritariamente conformado por estudiantes de medicina y de médicos, tuvo la intención de cumplirle el sueño, sin embargo, antes de poder cumplirlo, la niña falleció a causa de su enfermedad. 

 

¿Podrías contarnos más sobre la Fundación y cómo se maneja?  

La fundación está conformada y en sí es un grupo estudiantil. El objetivo y lo que busca principalmente es el poder acompañar a los niños que tienen una patología terminal, dentro y fuera de la ciudad de Bogotá. La idea es hacerles un acompañamiento directo y también sacarlos del contexto de esa enfermedad, afirmó Carolina.  

 

¿Qué grupos conforman la organización y cuál es su estructura? 

La fundación está conformada por 4 ramas principales. La primera es Enseñanzas para la vida; la segunda, Make a Wish; Clown; y Madrinas y Padrinos. De esos cuatro grupos, las ramas tienen un objetivo específico y diferente.   

 

Por ejemplo, Make a Wish busca un niño, y por un periodo de tiempo, la Fundación se dedica a conocer cuál es su sueño y cómo pueden cumplirlo. Un caso reciente fue el de Luciana. Ella tenía 7 años y padecía de Leucemia. Su sueño era ser una princesa. Ante lo cual, la Fundación se encargó de cumplírselo llevándola a comer, al parque del Chicó, después a un Spa y la disfrazaron de Anna. Al final del día, Luciana pudo experimentar momentáneamente su sueño de ser princesa, y se llevó un día lleno de amor, momentos especiales y fotos en el parque de ella disfrazada como tal.  

 

“Es maravilloso el sentimiento de ver a un niño lo agradecido que es con uno, y no se basa en las cosas materiales, pero en el tiempo y calidad que uno pasa con el niño”.  

 

Por otro lado, Clown es un grupo que trabaja con una terapia de risa, mediante la cual, el grupo estudiantil, hace visitas mensuales, o periódicas dentro del mes, frente a la cual, se disfrazan de payasos, y hacen rondas por las habitaciones, haciéndolos reír y distrayéndolos un poco de la cotidianeidad. El grupo de Madrinos y padrinos es el acompañamiento directo al hospital en el que la madrina y el padrino tienen un niño dentro del hospital y lo visitan regularmente. Finalmente, Enseñanzas para la vida busca cómo enseñar a la población temas relacionados de salud. Por ejemplo, de prevención y cuidado general.  

 

Hoy en día, el grupo está abierto para todas las facultades de ciencias de la salud. En especial, está abierto para enfermería, odontología y medicina. El enfoque es a nivel hospitalario, dado que, son necesarios ciertos conocimientos en cuestiones de salud.  

 

¿Cuántos niños maneja la Fundación? 

La cantidad de niños que se maneja depende mucho de la capacidad del piso. Actualmente en el Hospital San Ignacio manejan veintiséis niños y en Make a Wish están cumpliendo el sueño de cuatro.   

 

¿Cuál es la proyección a cinco años de la fundación?  

Se espera que el grupo siga siendo el más grande de la facultad de medicina, y siga motivando a los estudiantes que sean miembros. De igual manera, se tiene la expectativa que el grupo deje de conformarse solo por estudiantes dentro de la Javeriana, y logre vincularse con otras universidades. Paralelamente, se propone el poder establecer lazos con otros grupos estudiantiles como PUJ Motor Team, en aras de poder facilitar el cumplimiento individual de cada niño y lograr metas colectivas de la Fundación en general.  

 

¿Cuál es el caso que más te ha marcado, desde que trabajas en la Fundación? 

“El caso que más me ha marcado sucedió en la época que ingresé al grupo. Cuando uno trabaja en este tipo de fundaciones hay que tener en cuenta que, cuando uno está trabajando con niños con enfermedades o patologías terminales, uno está corriendo contra el tiempo. Nuestra mayor preocupación es no saber el momento en el que el niño puede fallecer; pensar en que la patología tiene una expectativa de vida de cinco por ciento. A causa de esto, el caso a señalar es de un niño falleció antes de poder cumplirle el sueño. Tenemos que saber darle tiempo a las cosas. Lastimosamente, su sueño tardó un poco en conseguirse, y al momento en que se logró y se consiguió el niño ya había fallecido”. 

  

Lo que más me duele son los sueños que quedan incompletos. 

 

¿Frente a la Javeriana como institución, la misma les ha ayudado con el apoyo que merecen? 

“No, en realidad falta muchísimo, necesitaos mayor apoyo económico. Somos estudiantes y esos fondos deben salir de nuestros bolsillos, y al ser estudiantes el caso es complejo. Cuando tenemos un proyecto o sueño en mente, tenemos que organizar rifas, patrocinadores, etc. Entonces la parte administrativa no ha ayudado, pero serían funcionales enlaces que salen directamente desde la universidad dado que tienen un mayor alcance entre no solo los estudiantes. 

 

Sin embargo, en temas de la comunidad Javeriana, hay mayor apoyo entre estudiantes y ahí es dónde se siente la “javerianidad”. En relación con otros grupos javerianos, el apoyo se ha sentido y es más fuerte por temas de que mucha gente no conocía al grupo, pero estamos trabajando para hacernos conocer ante más personas y nos ha dado resultados favorables.  

 

¿Cuáles son las metas que quedan por cumplir este año?   

“Ahora que se acerca la navidad, es aumentar la recolección de juguetes para entregárselos a los niños y con eso, poder llegar a más hospitales y reintegrarnos con todas áreas de la salud, para poder participar con ellos en otras actividades”.  

 

Frente a temas de integración, ¿cómo les gustaría integrar a otros estudiantes que no estudien medicina?  

“En principio, sería interesante abrir un nuevo grupo que sea de voluntariado. El cual, esté compuesto por no solo estudiantes de medicina, pero por todo tipo de estudiante. El fin es que el grupo se enfoque o redirigirlo a canales que trabajen con niños. Por ejemplo, ser el canal directo entre ellos y el Proyecto Unión, que trabajan con niños, y la idea sería mandar a este grupo de voluntarios a que se integren y ayuden a estas fundaciones u organizaciones”.  

 

¿Cuánto tiempo te queda dentro de la organización?  

Mi plan es de aquí hasta doce. Sin embargo, cuando uno llega a octavo, el tiempo se acorta o la rotación es grande, pero me gustaría continuar con el grupo, así ya no sea como directora.  

 A futuro, sería lindo que, como exalumno, se pueda seguir ayudando en la fundación.  

 

Es algo que le marca a mucho en la vida, porque los niños dejan una semillita dentro de uno.  

bottom of page