FORO JAVERIANO

Felipe García Echeverri es Abogado Javeriano, promoción de 1989, graduado en 1990, de una generación de esas que, desde la admiración y curiosidad, nos hace preguntarnos cómo era la formación jurídica de antaño en la misma alma máter donde, ahora nosotros, nos estamos formando. El Dr. García nos abrió las puertas de su oficina, DG&A Abogados, para conversar sobre su experiencia como diplomático, magistrado del Consejo Nacional Electoral, y por supuesto, como abogado en su práctica de firma.  

 

Como ya es costumbre, empezamos preguntándole acerca de su elección por la Pontificia Universidad Javeriana como casa de estudios, a lo que respondió, tajantemente, que nunca fue motivo de duda, pues su familia es de tradición Javeriana; el sería la tercera generación de abogados Javerianos. Incluso, el Padre Gabriel Giraldo S.J., de quien todos los días vemos su busto al entrar a nuestro edificio, fue quien celebró el matrimonio de sus padres. El mismo Padre Giraldo S.J. sería el que en tercer año de carrera, en su conocido ánimo de proyectar a los estudiantes de la Facultad, contactara al Dr. García para comentarle que un profesor emérito estaba buscando un alumno para que trabajara a medio tiempo en su oficina de abogados. Este profesor era el doctor Rafael H. Gamboa Serrano.  

 

El Dr. García aceptó e inició su vida laboral en el, así lo llama, “noble oficio del patinador”. Destaca que eran otras épocas, donde todo se hacía a mano y sobre papel, ya que no existían computadores y mucho menos los celulares. De hecho, al final de su pregrado, salieron los primeros procesadores de palabras con sus icónicas pantallas verdes. Trabajó un año, después de terminar la carrera, en la firma del Dr. Gamboa.  

 

Su siguiente experiencia profesional, teniendo claro que lo suyo eran las firmas de abogados, fue en Payán, Urdaneta & Co. Allí estuvo 6 años y se dedicó mayoritariamente a temas laborales, aun cuando su gusto siempre había sido el derecho administrativo. Es un ejemplo de que la vida lo lleva a uno por sus vericuetos y tiene sentido que así sea, aún más cuando el derecho tiene tantas especialidades que se unen, desde la perspectiva del abogado, por el amor a la ciencia jurídica en general.  

 

Después de un tiempo, para el año de 1997, se retira de la firma con el objetivo de fundar un proyecto propio desde cero. Dicho proyecto inició con 4 abogados que, desde sus perfiles profesionales, aportaron distintas visiones para que la oficina fuera interdisciplinar. Los socios eran el Dr. Jorge Jaeckel, en la práctica de derecho de la competencia; el Dr. Andrés Quintero, en la práctica de derecho administrativo y servicios públicos; el Dr. Ricardo Duarte, en la práctica de inversión extranjera y derecho comercial  internacional; y el Dr. Felipe García, en la práctica de derecho laboral.  

 

El Dr. García nos comenta que la experiencia de fundar y proyectar una firma de abogados es maravillosa. Al margen del derecho, una empresa de tal propósito requiere una inmersión en temas administrativos y de gestión corporativa. De la misma manera, implica prepararse para todo, estar dispuesto a correr riesgos y a tener bastante paciencia, como él afirma “pasamos de leer revistas esperando que los temas salieran, a estar muy ocupados”. Es menester destacar que montar un proyecto con amigos tiene la ventaja de que se apoyan el uno al otro y saben que se tienen, para lo bueno y lo no tanto. Asimismo, comenta que es importante tener reglas de gobernanza claras, pues el poder suele generar inconvenientes. No menos importante es saber dividir las áreas y entender los distintos intereses. En todo caso, su firma crecería exponencialmente y tendría mucho trabajo a raíz de la ley 142 de 1994. DG&A Abogados participó en los proyectos más grandes de privatización de la prestación de servicios públicos.   

 

Al margen de su ejercicio en la firma, se certificó como Árbitro Internacional por la Corte Suprema de la Florida (USA) y como Entrenador de Entrenadores de la Escuela de Negociación de la Universidad de Harvard. Fue profesor de Derecho Privado para otras carreras de la Pontificia Universidad Javeriana como Administración de Empresas y Contaduría Pública. También fue docente en el diplomado de Derecho Aeronáutico, hecho reminiscente pues recuerda que su tesis de grado fue sobre dicha área del derecho. Destaca que siempre es grato volver a la Universidad. Por otro lado, en su tiempo como Magistrado del Consejo Nacional Electoral -experiencia en la que ahondaremos más adelante- fue invitado a ser parte del equipo que diseñó la primera especialización en Derecho Electoral del país, en la Universidad Sergio Arboleda.  

 

El nombramiento del Dr. García como Magistrado del Consejo Nacional Electoral fue en el año 2012. Todo comenzó tras empezar a escribir artículos, en su mayoría de tópicos políticos, y subirlos a un blog que el mismo creó. Por esas épocas, a su socio de toda la vida, el doctor Ricardo Duarte, lo nombran Jefe Negociador de Tratados de Libre Comercio del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo. El Dr. Duarte invitó al Dr. García a una reunión-homenaje al expresidente Álvaro Uribe Vélez, en la cual, este último se acerca al abogado, que estaba incursionando en la escritura política, para comentarle que lo había leído y que le interesaban mucho sus textos. Tras varias conversaciones, el Dr. García lo empezó acompañar en sus correrías por el país.  

 

El Centro de Pensamiento de las ideas de la corriente del expresidente Uribe, le pidió al Dr. García, en el marco del Acto Legislativo 01 de 2009, que ideara la forma jurídica de llevar un grupo de ciudadanos, que representara los ideales del Dr. Uribe, a unas elecciones. Lo anterior, separado del Partido de la U, que tenía fuertes luchas de poder internas.  El “muñeco” jurídico que pintó el Dr. García se terminaría convirtiendo en el Centro Democrático, específicamente en el año 2014. Los congresistas de ese naciente partido lo postularon como candidato al Consejo Nacional Electoral y fue elegido por el Congreso en agosto de 2014. Su periodo como Magistrado de dicha corporación se agotó en agosto de 2018. Nos cuenta que fue una experiencia muy enriquecedora, donde volvió a las raíces constitucionales para la defensa del modelo político que opera en nuestro país y ser desde esa magistratura un Guardián de la Democracia.  

 

Posteriormente, el expresidente Iván Duque le ofreció ser Superintendente, a lo que se tuvo que negar por conflicto de interés con casos que llevaba su Firma, pero siempre dispuesto a servir, aceptó la oportunidad de hacerlo en el servicio exterior como Embajador de Colombia ante la Unión Europea.  

 

Fue una época distinta para el Dr. García, pues incursionó en la diplomacia y las relaciones internacionales, recordando siempre otro grande de la cátedra Javeriana, el Dr. Rafael Nieto Navia. Destaca lo interesante que fue estar en Bruselas, capital política de la Unión Europea donde confluyen todos los intereses y posiciones de los 27 Estados miembros. Asimismo, desde un punto de vista analítico, nos cuenta que entender la política europea es complejo; principalmente, por la naturaleza sui generis de la Unión Europea, pues no es un estado ni una confederación, pero sí un ente supranacional con competencias supraestatales con el cual se entabla una relación bilateral. El Dr. García la define como una asociación que hace 70 años derivó de la intención de limar asperezas entre Francia y Alemania, y que posteriormente concurriría en una cooperación económica de mercado común para luego evolucionar en ese ente supraestatal que es hoy. Es una escuela de mucho crecimiento, dado que, en términos del doctor García “es diferente a todo lo demás”. Como una obsesión durante su gestión en Bruselas, logró que se elevara la categoría de la relación entre Colombia y la Unión Europea al nivel "Estratégico" en 2021. 

 

Coincidencialmente, en su periodo como Embajador, se satisficieron los trámites constitucionales del Acuerdo de Seguridad entre Colombia y la OTAN, lo que condujo al reconocimiento de la Embajada de Colombia en Bruselas como Embajada ante la OTAN, por lo que el Dr. García fue el primer Embajador de nuestro país ante esta organización y consiguió que siendo Colombia su socio más reciente, fuera el primero de los 38 países socios en suscribir con ella los modernos Individually Tailored Partnership Programme (ITPP).  Terminó su experiencia fuera del país en 2022, y, como era de esperar, volvió a su firma.  

 

Teníamos una pregunta obligada, que surge a partir de que, a lo largo de estos siete semestres de carrera, ha sido muy poca la relación que hemos visto entre el Derecho y las Relaciones Internacionales. Le cuestionamos entonces, por la relación entre las dos áreas del conocimiento. Fue enfático en que la diplomacia es una carrera, pero también un arte, el cual se ve impregnado de la necesidad de una buena capacidad de negociación, que, sin duda, se adquiere con el ejercicio de la abogacía (o al menos eso se espera). De esta suerte, también nos generaba duda la presión al representar los intereses de todo un país, a lo que el Dr. García respondió que en diplomacia se predica la necesidad de un lenguaje preciso, donde incluso, es acertado llevar todo por escrito.  

 

Finalmente, y como no podía ser de otra manera, le preguntamos acerca de para él, qué significa ser Abogado Javeriano. Su respuesta fue tan corta como diciente, seguramente de las que más nos han impactado, pues puede incluso leerse por las paredes del Edificio Gabriel Giraldo S.J. Vale la pena citarlo textualmente: “Esa es una pregunta linda, que me recuerda mucho el famoso decálogo de Couture, particularmente el último de los postulados de esa lista, que dice, palabras más, palabras menos, y se lo traduzco a ser Abogado Javeriano: que me produce tanto orgullo como para poderle decir con toda confianza a un hijo mío que sea abogado”.  

 

Nos hubiera gustado terminar el artículo acá, pues el punto tiene su magia. Sin embargo, como colombianos, no podemos dejar de agradecerle al doctor Felipe García por su servicio al país, desde tiempos de estudiante donde clamó por la séptima papeleta, hasta hace pocos años, donde nos representó ante la Unión Europea. El doctor García es un ejemplo e inspiración de abogado Javeriano que no solo se ha quedado en el hermoso ejercicio de la profesión de la manera técnica y tradicional, sino que ha ido más allá y ha explotado sus bondades en distintas facetas del servicio público.