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OPINIÓN

El costo del trabajo

Por: Juan David Poveda Pinzón

Cada año el aumento del salario mínimo es objeto de discordias y para este 2024 no fue la excepción. Las negociaciones entre las centrales trabajadoras y los gremios empresariales surtidas en la Comisión Permanente de Concertación de Políticas Salariales y Laborales no fueron exitosas.  

La decisión fue tomada por el Gobierno Nacional fijando la cifra en $1.300.000, lo que representa un aumento del 12% respecto al año anterior. Sin embargo, esta cifra no termina por dejar satisfechas a las partes. La Central Unitaria de Trabajadores de Colombia (CUT) buscaba un incremento del 18%, mientras, al otro extremo, la Federación Nacional de Comerciantes Empresarios (FENALCO) calificó como “desproporcionado” el aumento. 

 

En principio, el incremento del salario mínimo aumenta el poder adquisitivo de los trabajadores, no obstante, un aumento exagerado en esta cifra podría ser perjudicial para la economía colombiana. ¿Cómo es esto posible? 

Es necesario dar un vistazo al gasto real que asumen los empleadores en Colombia. Sumado al salario mínimo, el empleador deberá pagar auxilio de transporte a aquellos trabajadores que ganen menos de 2 SMLMV y que vivan a más de 1 kilómetro de su lugar de trabajo siempre que la empresa no cuente con ruta. Bajo dicho supuesto, el monto total que recibe el trabajador para el año 2024 es de $1.462.000. 

 

Al mismo tiempo, existen tres grandes grupos de pagos que recaen en el empleador. Primero, las prestaciones sociales que están conformadas por: prima de servicios, auxilio de cesantías, intereses sobre cesantías y vacaciones. Segundo, Aportes parafiscales que por ley son de carácter obligatorio y van destinados al financiamiento del Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA), Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), y cajas de compensación. Tercero, aportes a seguridad social a cargo del empleador compuestos por: aportes a salud, pensión y riesgos laborales.  

Cabe aclarar, que las prestaciones sociales sólo deben ser pagadas una vez al año sin perjuicio que el empleador a lo largo del año debe reunir ese dinero para realizar el pago.  

Teniendo en cuenta las cifras anteriores, se aumentan en un 12% los costos fijos para los empleadores, lo que limita las posibilidades de crear y mantener pequeñas y medianas empresas. 

Se imposibilita la contratación de empleados, disminuyendo así el trabajo formal. De esta forma se abren las puertas a la informalidad, de hecho, un gran porcentaje de personas en Colombia trabajan sin contrato de trabajo. Según cifras del DANE para el 2023 en las zonas rurales del país hay un 80% de informalidad, mientras, en las grandes ciudades donde se “respeta” ligeramente más a los empleados hay un 58% de informalidad. Más de la mitad del país no sostiene una relación laboral formal, lo que se traduce en la falta de prestaciones sociales. 

En mi opinión, estamos ante un ciclo vicioso, sin más empleos formales, no aumentarán los aportes al sistema pensional, de salud y tampoco se recaudan aportes parafiscales.  

Este es el panorama: se incrementa el salario mínimo para aumentar el poder adquisitivo de los trabajadores, de otro lado, un aumento exagerado incrementa la carga para los empleadores. Un engrosamiento a la carga abre las puertas a la informalidad, lo que representa la pérdida en cotizaciones a los sistemas pensionales que actualmente se encuentran en déficit. Para que el sistema pensional sea rentable se necesitan 7 cotizantes por cada pensionado, números a los que se podría acceder reduciendo la informalidad. 

Sugiero, entonces, que en lugar de continuar con la proliferación de auxilios que no han disminuido los niveles de pobreza, el Estado asuma, temporalmente en el corto plazo, el pago de algunos parafiscales. Así, se aliviana la carga prestacional de pequeñas empresas, a efecto de incentivar la creación de nuevos empleos formales, los cuales necesariamente pasarán los aportes a sistemas pensionales y de salud. Todo esto llevaría a obtener una tasa de retorno a largo plazo a las arcas oficiales que compensarán la magnitud del pago hecho.  

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