top of page

ESPECIAL

"Queremos una Colombia donde quepan todas las ideas y donde la discusión pacífica de los problemas colombianos sustituya a la violencia." 

-Luis Carlos Galán- 

80 años de inspiración y compromiso: Homenaje a Luis Carlos Galán 

Si usted es como yo y no entiende absolutamente nada de fútbol, quédese, porque este artículo es para usted.

Galan 80 Años.jpg

Fuente: Archivo SEMANA

Por: Nicolás Gómez González 

Nació en Bucaramanga en el seno de una familia numerosa de fuerte inclinación liberal. Su padre, Don Mario Galán Gómez, fue uno de los más destacados dirigentes políticos en Santander, hasta que tras los acontecimientos el 9 de abril de 1948 con el asesinato del caudillo liberal Jorge Eliecer Gaitán habría de tomar la decisión de trasladarse a Bogotá junto a su numerosa familia dada la persecución política que le siguió a los principales lideres liberales en la región. 

 

  

De Bucaramanga al San Luis de Bogotá: 

 

Con tan solo 6 años, un joven Luis Carlos Galán habría de llegar a Bogotá tras el largo trayecto en carro desde Bucaramanga hasta Bogotá, los interminables retenes policiales y las agrietadas carreteras no detuvieron a la familia Galán Sarmiento de instalarse en una casa del barrio San Luis de Bogotá. Aquel hogar del salón amplio y el comedor de las inolvidables tertulias de su padre marcarían una niñez de bicicleta por los barrios y de partidos de fútbol en los potreros aledaños al Campín de Bogotá. 

  

“Algún día seré presidente de Colombia” les decía a sus amigos de barrio a la salida del Colegio Antonio Nariño Hermanos Corazonistas. Destacado estudiante en las áreas de historia, literatura y filosofía desde muy joven había heredado la vena política de su padre frente al debate de temas nacionales, escuchando casi todas las noches las charlas que su padre daba en la propia sala de su casa. 

  

Aquella feliz infancia no sería ajena a los acontecimientos que comenzaban a fraguarse ante la crisis política de la Colombia de los años 50. El 13 de junio de 1953, con tan solo 10 años, Galán escuchaba como las radios de la capital anunciaban el golpe militar del Teniente General Gustavo Rojas Pinilla contra el presidente de facto Laureano Gómez, la dictadura militar había tomado el poder en Colombia. 

 

 

Los Años de la Dictadura y la Javeriana: 

 

Graduado con honores en noviembre de 1960 del Antonio Nariño, ya era relativamente conocido entre sus compañeros como el político del curso. Participó activamente en las manifestaciones contra el gobierno del General Rojas en plena carrera séptima con avenida Jiménez, esas mismas manifestaciones lo llevaron detenido a una comisaría cercana donde pasaría la noche hasta ser reclamado por su padre la mañana siguiente. Años después habría de recordar entre risas de esa época su participación en un concurso de oratoria en el que se llevó el primer lugar por recitar al pie de la letra un discurso que escuchó de su padre en una de sus ya casuales tertulias políticas. 

  

Con un título de bachiller en mano y una beca por su excelente rendimiento académico presentó sus exámenes de admisión para estudiar derecho y economía en dos universidades, el Externado y la Javeriana, ante esto recordaría días antes de su asesinato en una de las últimas entrevistas que concedería en vida junto a “Pacheco”: “yo me había presentado en la Javeriana y el Externado, y había logrado pasar ambos exámenes de admisión, muy bien en el Externado, apenas en la Javeriana, porque había una pregunta muy complicada y era que demostrara la existencia del alma (...) yo llené como 3 páginas de argumentos y me pusieron cero, porque lo que había que hacer era hacer un silogismo, y yo no me había educado en formación tomista”. 

  

El resultado de aquel examen de admisión se convertiría en todo un reto para el joven liberal que asumió con gran responsabilidad su entrada en la vida universitaria en una de las instituciones más conservadoras en la Colombia de los años 60. Para 1963, junto a algunos de sus compañeros de clase fundaría y dirigiría la primera revista liberal javeriana, publicando la primera edición de VÉRTICE, REVISTA LIBERAL JAVERIANA en noviembre de ese mismo año. 

  

De esos años universitarios ese muchacho de cabello ensortijado y los ojos claros publicaría su primera columna en el periódico El Tiempo en agosto de 1965 con el apoyo del expresidente Eduardo Santos, quien años después lo nombraría su representante ante la junta directiva de El Tiempo. No era sorpresa para nadie que su vida como columnista daría un giro vertiginoso que marcaría su carrera política. 

  

 

“Hay que graduarlo ya, porque va a ser ministro”: 

 

Para 1970 el entonces director de la sección económica del periódico El Tiempo se encontraba cursando sus últimas materias para convertirse en Doctor de Ciencias Jurídicas y Económicas. El propio Galán comentó años después que un día se le presentó la oportunidad de hacerle una entrevista al presidente Misael Pastrana frente al proceso de cambio de gobierno del saliente Carlos Lleras Restrepo. 

  

Con grabadora, libreta y lápiz en mano, el joven periodista se presentó en la Casa de Nariño para realizar la entrevista, quizá la más importante que haría en su vida de columnista. Durante casi 4 horas habló con el presidente Pastrana sobre los temas más importantes del momento, la economía, las manifestaciones estudiantiles, el fenómeno socialista en América Latina, entre otros. 

  

Una vez finalizada la entrevista el presidente Pastrana lo detuvo antes de su salida, y con tono amable le dijo “Lo lamento mucho Luis Carlos, pero me temo que no podrá publicar esa entrevista”, ¿por qué?, le preguntó Galán. “Porque quiero que usted sea mi ministro de Educación”. Ante la respuesta, casi estupefacto, el joven periodista alcanzó a responder: “Pero doctor Pastrana, es que yo ni siquiera me he graduado”. 

  

La noticia de la nominación había dado un inicio apresurado a los preparativos para su grado dentro de la facultad de derecho de la Javeriana, “Hay que graduarlo ya, ¡porque va a ser ministro!” exclamó el Padre Giraldo ante la noticia. Le faltaba presentar el examen preparatorio de procesal civil dictada por el doctor José María Esguerra, “Chepe” Esguerra le decían de cariño, quien le hizo solo 4 preguntas básicas al futuro ministro: 

  

“¿La compraventa de un bien inmueble tiene que pasar por la oficina de instrumentos públicos?” No, doctor- respondió Luis Carlos. Esguerra le respondió: “disculpe, creo que se me desconectó el audífono. ¿Qué me dijiste?” Sin pensarlo dos veces Luis Carlos respondió “Que sí, doctor Esguerra, si”. 

  

Del Ministerio de Educación al Senado de la República: 

 

Convertido en el ministro más joven de la historia la vida política de Luis Carlos Galán habría de llevarlo a la embajada de Italia en 1971, al Concejo de Bogotá en 1974 y finalmente al Senado de la República por el departamento de Santander en 1978 y luego por Cundinamarca en 1986, participando activamente en los debates políticos frente al rampante fenómeno del narcotráfico y la violencia que ya comenzaba a contar sus víctimas en todos los rincones del territorio nacional. 

  

La situación era dramática, y las antiguas concepciones del bipartidismo tradicional colombiano se demostraban cada día más incapaces de hacerle frente a tales enemigos. 

  

Llegó al punto de distanciarse del partido liberal y fundar, con el apoyo de sus colegas y amigos el partido Nuevo Liberalismo: Un movimiento liberal alternativo al tradicionalismo político, consciente de las enormes deficiencias del liberalismo clásico y dispuesto a asumir los nuevos retos para una Colombia nueva. 

  

En pocos años el Nuevo Liberalismo bajo el lema del comunero patriota José Antonio Galán “¡Siempre adelante, ni un paso atrás!” habría de conseguir sus primeras curules en las diversas instancias del poder público, dándole al ya conocido senador Galán la posibilidad de lanzarse por primera vez a las elecciones presidenciales de 1982 donde, a pesar de no haber ganado, obtuvo la abrumadora cifra de 745,738 votos. 

  

Aquel que no pudo ser: 

 

En agosto de 1989 uno de los últimos compromisos políticos de Luis Carlos sería en Soacha. Acompañado por una pequeña escolta y reacio a usar un chaleco antibalas por lo incómodo que resultaba usarlo debajo de la camisa, partiría a Soacha en el trágico encuentro que habría de marcar uno de los últimos clavos en el ataúd de una nación acribillada por la violencia. 

  

A eso de las 9 de la noche, los noticieros de toda la nación habrían de interrumpir sus programaciones habituales, la noticia no podía ser otra: A las 8:45 pm el candidato liberal por el Nuevo Liberalismo Luis Carlos Galán Sarmiento había sido asesinado en la plaza de Soacha por miembros del Cartel de Medellín. 

  

La historia colombiana, ya de forma cíclica, había cobrado una víctima más en su espiral de sangre, miedo y fuego. Sin embargo, aquel espíritu de cambio, de creer por una vez que Colombia era capaz de afrontar tales dificultades no habría de morir con Galán, su fuego se intensificó de tal forma que para 1991, aquellos ideales de cambio se concentraron en una constituyente, el producto material de la en su momento -y aún lo son hoy- las esperanzas de un mejor porvenir para Colombia. 

bottom of page