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DE LOS DIRECTORES

A las mujeres hay que entenderlas, no amarlas

BOYS ONLY CLUB

Fuente: Archivo personal

Por: Camila Solano Mantilla

- ¿Somos así de machistas que sólo hay una mujer?, dijo uno de los organizadores. 

- Es que no tenemos tantas amigas para invitar.

 

Jamás creí que esa mujer sería yo.

 

Sentí impotencia y resignación. Soy mujer y eso lo saben los demás, pero jamás fue tan evidente para mí. Era la otra, la diferente, la que no pertenecía. Nunca me había sentido como una minoría, porque en el mundo no lo somos, pero en espacios académicos sí.

¿Por qué pasó? ¿Un descuido? ¿Pereza? ¿Será que no hay ninguna mujer más que yo que le interese la economía? También sentí un poco de culpa, ¿por qué sólo yo, si hay tantas otras absolutamente brillantes que podrían aportar sus ideas y enriquecer el debate? 

Parto de la base que no hubo una mala intención y simplemente “se dio así”. Así ha sido por muchos años y lo fácil es que siga sucediendo. Lo difícil es hacer un esfuerzo por compartir debates con nosotras. 

Me gusta pensar que los tiempos han cambiado, que nos incluyen y que nuestras voces son oídas, pero muchas cosas siguen igual, sobretodo, porque muchos pensamientos y actitudes no han cambiado. 

Me acordé de mi tía, porque le pasó más de una vez que cerraban las juntas directivas con un “goodbye, gentleman”. ¿Así de cancelada estará nuestra presencia? ¿Tan acostumbrados están a no tenernos en cuenta?

Eso siempre lo vi lejano. Mi tía era una latina en el mundo financiero en Nueva York y yo soy millennial, de una nueva generación “incluyente”.

Mi bisabuela pudo manejar sus bienes y celebrar contratos, pero mi tatarabuela era considerada incapaz ante la ley. Mi abuela pudo votar e ir a la universidad, pero para mi bisabuela esa posibilidad no existió y mi mamá y mi tía trabajan en sectores en los que antes sólo había hombres. Poco a poco, las mujeres hemos ido acumulando derechos y participando más en la sociedad, pero un cambio estructural no se logra de la noche a la mañana. Si no hacemos nada, la brecha salarial se cerrará en 208 años, según el Gender Gap Report Forum. Por eso, hay que interceder. Quiero que los cambios de hoy los vea mi hija, no mi tataranieta.  

 

A los hombres: Piensen en cuántas mujeres tienen a su alrededor, ¿cuántas hay en su casa, trabajo y universidad? Pero ahora piensen: ¿A cuántas leen? ¿Cuántas oyen en la radio? ¿Cuántas pueden dar su opinión y ser parte del debate público? ¿Cuántos páneles o webinars han visto que tengan una representación equitativa? ¿Cuántas mujeres hay en sus empresas en posiciones de poder? Si están en la universidad, ¿Es equitativa la bibliografía de hombres y mujeres? ¿A cuántas mujeres y sus vidas hacen referencia en sus clases?

Les quiero perdir que se pongan en nuestra posición, que nos incluyan, que dejen la apatía para romper la desigualdad. Cambien el chip. Durante mucho tiempo ustedes pensaron y construyeron el mundo, hoy, lo queremos hacer a su lado. En este cambio ustedes son aliados y, si todo sigue igual, serán cómplices. No nieguen un problema latente, eso solo lo invisibiliza más. Las mujeres siguen en desventaja: la pandemia ha incrementado la violencia contra ellas y el desempleo llegó a 26.2%, peor que el de los hombres por un 10%. La desigualdad existe y seguirá existiendo si no hacemos algo.

 

El día de mañana, cuando hagan un debate o un pánel, cuando estén contratando en su empresa, cuando creen una política pública o empresarial, o incluso, cuando sean presidentes, piensen en generar una igualdad de oportunidades para hombres y mujeres. Las mujeres siguen desprotegidas, Los espacios de inclusión no se dan naturalmente, pero se darán si hoy ustedes también hacen un esfuerzo consciente para crearlos. 

Oscar Wilde y Ricardo Arjona dijeron que a las mujeres no hay que entenderlas, solo amarlas. Pero no somos un perrito al que uno solo quiere y ya. Wilde también dijo que las mujeres son un sexo decorativo y que nunca tenemos nada que decir. Contradiciendo a estos dos poetas, hoy les pido que nos entiendan y nos oigan, porque queremos hablar y participar en el debate público y queremos aportar la construcción de nuestra sociedad. 

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