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¡Bogotá se prepara para la llegada del metro, es inminente!
EL METRO DE BOGOTÁ: UN SUEÑO
QUE AÚN NO ES
La historia del metro de Bogotá se ha visto envuelta en la polémica, los retrasos,la esperanza, y la ilusión. Un sueño que ha estado en la mente de los bogotanosdesde 1942.
Fuente: Archivo de EL ESPECTADOR
Por: Nicolás Gómez
La historia de la movilidad en Bogotá ha sido un tema complejo, desde finales del siglo XIX el gran boom urbanístico de la capital de la República supuso uno de los grandes retos para la administración de la Alcaldía de Bogotá, la idea del metro, concebida como la gran solución a los problemas de movilidad de la capital nació en 1942 cuando el alcalde Carlos Sanz de Santamaría propuso la construcción de la primera línea del metro subterráneo para él aquel entonces municipio de Bogotá de tan solo cuatrocientos mil habitantes.
Como ingeniero hidráulico de profesión y liberal de corazón, Sanzs propuso el proyecto como una apuesta ambiciosa para cimentar los primeros pasos para posicionar a la capital a la par con las grandes urbes europeas de la época, sin embargo, el poco interés del concejo de Bogotá, de mayoría conservadora, la falta de presupuesto e inversión, así como la ausencia de estudios y delimitación de estaciones supuso el fin para el sueño del alcalde Sanz.
Tras los hechos del 9 de abril de 1948 y con media ciudad destruida por los incendios y los saqueos, el nuevo alcalde de Bogotá, Fernando Mazuera contrató al reconocido urbanista francés Charles-Edouard Jeanneret, mundialmente conocido como “Le Corbusier” para la realización de los primeros estudios completos del terreno capitalino con miras a la reconstrucción de la ciudad así como la planeación de las primeras líneas de metro de la capital, fue gracias al apoyo de la firma alemana con sede en Colombia “Wiesner & Sert” que Bogotá adoptó los primeros planos para las líneas férreas subterráneas.
Una vez más, la adecuación del terreno, así como la compra de materiales, sufrieron varios retrasos a causa de la priorización de la reconstrucción de algunos de los edificios más importantes de la capital, las sedes del poder púbico, claustros, servicios públicos, y el reemplazo del sistema del tranvía por la primera flota de buses americanos comprados por el gobierno nacional, el metro tendría que esperar.
Llegaban los años cincuenta y con ello Bogotá llegaba a setecientos mil habitantes, fue en 1953 cuando la administración distrital por medio del “Plan Regulador de Movilidad y Desarrollo” que se comenzaron a contemplar nuevas medidas para las congestionadas calles de la ciudad, una de ellas proponía la línea de metro subterránea por la avenida Caracas, ampliando la vía a cuatro carriles por sentido, construyendo paraderos, así como salidas subterráneas, las cuales permitirían aliviar el tráfico vehicular sin saturar las aceras públicas, una vez más, los elevados costos del proyecto transfromaron radicalmente el proyecto, concretándose en la mera ampliación de la flota de buses capitalinos adquiridos hacía pocos años.
La llegada del gobierno militar del general Gustavo Rojas Pinilla centró sus esfuerzos en la modernización radical de la capital, sin embargo, no fue sino hasta 1957 que el gobierno de Rojas firmó el contrato de construcción del Metro de Bogotá a cargo de una firma japonesa. El proyecto solo duro unos meses, pues depuesto el general y su junta, el gobierno del Frente Nacional descartó la iniciativa, cancelando el acuerdo firmado para la construcción del metro.
Para finales de los años ochenta, Bogotá era ya una ciudad de casi 3.9 millones de habitantes, y con serios problemas de movilidad, fue gracias a estas problemáticas que el Consejo acogió la propuesta de “INTERMETRO SPA”, la propuesta italiana de recuperar el 75% de las antiguas vías del ferrocarril de Bogotá con el fin de adecuarlas para servir como primer esquema del metro elevado de Bogotá, abarcando casi 50 kilómetros de extensión con un total de 30 paradas entre el norte y el sur de la capital.
La llegada del nuevo milenio no dio mayor optimismo para el metro, la propuesta del aquel entonces alcalde Enrique Peñalosa propuso la alternativa de “Transmilenio” como solución definitiva a los problemas de movilidad de la capital, un sistema que hoy transporta a miles de bogotanos a lo largo y ancho de la congestionada ciudad de Bogotá.
Con una historia incierta, y una necesidad cada vez más pronunciada, se ha presentado nuevamente la propuesta del Metro de Bogotá, desde la creación de la empresa “Metro de Bogotá S.A” la alcaldesa Claudia López promete a la ciudad el tan ansiado metro, solo el tiempo dirá si Bogotá podrá tener su tan deseado metro.