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ESPECIAL

Nadie nos enseñó a votar 

La falta de educación cívica en las instituciones educativas  

En cada ciclo electoral, hay un patrón que se hace cada vez más evidente; muchos votantes enfrentan dificultades y desconocimiento. Esta desconexión plantea una pregunta crucial: ¿por qué los jóvenes, en su mayoría, no sabemos votar? 

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Fuente: Pexels

Por: Emilia Samper 

Como ciudadanos de una sociedad democrática, nos reunimos cada cierto tiempo para ejercer nuestro derecho al voto, del cual surge una realidad preocupante; y es el hecho de que muchos de nosotros no hemos recibido la educación ni las herramientas adecuadas sobre cómo participar de manera correcta en un proceso tan fundamental como lo es el proceso electoral. 

Aprender a votar es muy importante. Educar sobre el voto no solo empodera a las personas en la participación de la democracia, sino que también cultiva ciudadanos informados y comprometidos.  

Nosotros como generación, no sabemos votar. Nos dejamos llevar por lo que oímos, por los ideales políticos de nuestros familiares y amigos, por todo lo que vemos en los medios de comunicación y por muchos otros factores que influyen en nuestras opiniones. Pero realmente, nunca nadie nos enseñó a votar.  

La complejidad del sistema, la jerga política, la variedad de candidatos, propuestas y partidos pueden resultar bastante abrumadores en muchos casos, especialmente para las personas que no han tenido la oportunidad de aprender al respecto. Desde ¿cómo se registra uno? ¿dónde y cuándo se vota? ¿qué significa la boleta de votación?, hasta ¿cómo tomar la decisión? ¿cómo investigo sobre los candidatos y sus propuestas? Y ¿cómo puedo estar seguro de que estoy votando de acuerdo con mis valores y creencias?, son algunas de las preguntas que nos surgen al momento de votar.  

Crecemos sin una comprensión sólida acerca del sistema político y cómo nuestras voces pueden influir en el proceso. Por esto es que llegamos sintiéndonos inseguros y desinformados al momento de votar. No existe un sistema formalizado para educar a los jóvenes sobre cómo votar y cómo participar en el proceso democrático. Este fenómeno puede atribuirse a la falta de educación cívica integral en los sistemas educativos. Desde una temprana edad nos introducen las matemáticas, las ciencias, la literatura y la historia, pero rara vez nos brindan una educación enfocada en la elección; la cual es una herramienta valiosa que nos empodera a participar de manera apropiada en el proceso electoral.  

 

Se debería integrar la educación cívica en el currículo escolar, para que los colegios y universidades proporcionen información y espacios sobre el sistema político, los diferentes niveles de gobierno, el funcionamiento de las elecciones, la importancia del voto y lo crucial que es saber hacerlo a conciencia. Es esencial que como jóvenes y gestores de cambio que definiremos el rumbo de nuestro futuro, aprendamos a votar y fomentemos la participación activa de nuestra sociedad en la democracia. La participación de los jóvenes es un componente vital hoy en día, por esta razón, debemos reforzar y entender la importancia del voto y cómo ejercer este derecho de manera informada y significativa.  

Aprender a votar también se puede fomentar a través de charlas y talleres. Estas se pueden llevar a cabo en colegios, universidades e incluso en comunidades, para entender, debatir y construir conocimiento que resulte útil y enriquecedor. La era actual en la que vivimos, la era digital, puede propiciar algunos recursos en línea que expliquen el proceso de votación, cómo investigar candidatos y cómo estar bien informados, seguros y conscientes de nuestro voto. A pesar de ser una generación muy familiarizada con las redes sociales y las plataformas digitales, no todos sabemos cómo usar estos instrumentos para informarnos de manera adecuada sobre los candidatos y sus propuestas. Además, la sobreabundancia de información en línea puede llevarnos a la confusión y al escepticismo, lo que a su vez puede desalentar aún más la participación en las elecciones.  

El acto de votar no es solo un derecho, es una herramienta muy poderosa. La importancia de votar va más allá de los resultados ya que cada voto cuenta sin importar su origen, edad o nivel socioeconómico. El voto es un lenguaje universal que le da a cada persona una participación y una voz igualitaria. Este nos empodera y nos brinda la oportunidad de hablar, expresar nuestras preferencias y exigir ciertas responsabilidades. A través de una educación cívica sólida y accesible, se puede cultivar una generación de votantes bien informados y comprometidos con el futuro de nuestro propio país. Generemos conciencia, trabajemos unidos, aprendamos y votemos con responsabilidad, para poder crecer juntos como sociedad y como país.  

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