EN EL SEXTO
“La Javeriana me ha enseñado que lo más importante fueron, son y serán las personas"
David Alejandro Cáceres Guerrero: Construyendo Facultad
David Cáceres, estudiante de VIII semestre de derecho, es la nueva voz de los estudiantes ante el Consejo de Facultad. Acá un poco de su trayectoria, sueños y metas para este nuevo cargo. En nombre de Foro Javeriano: ¡Felicitaciones!
Fuente: Archivo personal José Javier Osorio
Por: José Javier Osorio Quintero
Foro Javeriano: ¿Quién es David Cáceres?
David Cáceres: Es una pregunta muy complicada que me gusta responder con cualidades que tengo que representan mi forma de ver la vida. Soy una persona apasionada, auténtica, espiritual y reflexiva. Apasionada porque me meto de lleno cuando algo me gusta, auténtica porque me muestro al mundo como soy, espiritual en el encuentro con los demás y reflexiva con lo que me pasa en mi día.
F.J.: ¿Cómo llegó a la Javeriana?
D.C.: Mi relación con los Jesuitas es anterior a mi ingreso a la Universidad porque tuve el inmenso privilegio de estudiar en el Colegio Mayor de San Bartolomé, el colegio más antiguo de América y regentado por la Compañía de Jesús. Allí tuve una formación sólida en liderazgo y espiritualidad ignaciana.
Siempre soñé, y aún lo hago, con encaminar mi vida al servicio de mi país a través de la política. En el momento de elegir qué estudiar estaba muy interesado por la la carrera “Gobierno y Asuntos Públicos” en la Universidad de Los Andes, pues reunía todo lo que quería. La decisión estaba prácticamente tomada.
Finalizando octubre recibí una llamada del Padre Rector de mi Colegio, Juan Manuel Montoya Parra S.J., quien me manifestó que había sido seleccionado como acreedor de la beca de “Mejor Bachiller” para estudiar cualquier carrera en la Javeriana. La decisión fue muy difícil, pues ya tenía mi cupo y una visión muy pétrea de mi futuro en Los Andes. Las posturas de mis padres también estaban muy divididas: por un lado me instaban a no dejarme presionar sino hacer lo que me hiciera feliz pero por otro lado era una oportunidad que no podía rechazar.
En el proceso de discernimiento recibí otra llamada del Rector, quien me dijo que aún sin haber ingresado a la Javeriana yo era todo un Javeriano. Ese hecho, junto a una conversación con mis abuelos, fue determinante. Me animé a vivir la experiencia y escogí Derecho por pura afinidad. Me bastó con el primer día de inducción para convencerme de que estaba en el lugar correcto. Los siguientes meses fueron un golpe de realidad; me arrepentí de si quiera haber considerado la opción de estudiar algo que no fuera Derecho en la Javeriana. Era el lugar al que pertenecía.
F.J.: ¿Cómo ha sido estudiar Derecho en la Javeriana?
D.C.: Estudiar Derecho en la Javeriana es lo mejor que me ha pasado en mi vida. Yo inicié con cierto temor porque mis padres siempre me habían dicho que la época más linda que uno vive es la del colegio pero, desde mi experiencia, lo vivido en la Universidad es asimilable, por no decir que lo supera. Ha sido la época más mágica y donde más he crecido. Los amigos, los hermanos, las victorias, los aprendizajes, etc. no tienen comparación.
F.J.: ¿Cuáles son las mayores enseñanzas que le da dejado la Javeriana?
D.C.: Muchísimas. Podría enumerar una enseñanza de cada profesor y amigo que he tenido. Por destacar algunos: de José Elías Del Hierro Hoyos me quedo con buscar siempre la conciencia tranquila; de Javier José Bonivento Jiménez me quedo con la disciplina y el autoaprendizaje; de Sylvia Herrera Aguilera me quedo con el servicio a mi país; de Juan Felipe Tejeiro Carrillo me quedo con el creer en las personas y tratarlas siempre bien; de Santiago José Pinilla Valdivieso me quedo con la calidez y el amor por una institución; de Eugenia Barraquer Sourdis me quedo con la Javerianidad; de Juan Carlos Esguerra Portocarrero me quedo con que es la inspiración máxima de una vida dedicada a este mundo del Derecho y de Juan Pablo Cárdenas Mejía me quedo con su sencillez, humildad y pasión por le derecho. Podría enumerar un aprendizaje de cada uno.
Estudiar Derecho en la Javeriana guarda relación estrecha con el servicio a los demás. Acá he aprendido que lo más importante fueron, son y serán las personas.
También quiero destacar el colegaje que he encontrado en la Javeriana. Al margen de formarnos para ser los mejores abogados para el mundo encontré un grupo de amigos para hacer de todo mientras disfrutamos del proceso.
F.J.: ¿En qué grupos estudiantiles, semilleros, concurso y actividades de la Javeriana ha participado?
D.C.: A nivel de grupos estudiantiles he participado en OnuJaveriana y Foro Javeriano. En semilleros de investigación soy miembro del Semillero de Derecho de Sociedades y Operaciones Societarias, el Centro de Estudios en Derecho Económico y Competitividad Internacional y el Semillero de Derecho Procesal “Rafael H. Gamboa”. También he participado en dos concursos: III Concurso de Juicios Empresariales de la Cámara de Comercio de Bogotá y XXV Concurso Internacional de Semilleros de Derecho Procesal del Instituto Colombiano de Derecho Procesal; ambos eran en equipos y en ambos resultamos campeones. En la Vicerrectoría del Medio Universitario participé en los programas AHIMSA, Red 234 y Misión País Colombia.
Adicionalmente hago parte del equipo de Inductores de la carrera de Derecho. Acá he tenido la oportunidad de compartir con varias generaciones de estudiantes de derecho y conocer sus temores y anhelos de primera mano, al igual que seguir en contacto con ellos, ver su crecimiento y estar para ellos. En la llamada inicial que les hago a los Neojaverianos siempre les digo que a pesar de no conocernos ya tenemos algo en común que nos va a unir de por vida y es que estudiamos Derecho en la Javeriana.
F.J.: Entrando más en materia ¿Cuáles considera que son las grandes necesidades que tiene nuestra Facultad?
D.C.: Una de las mayores necesidades o clamores de la Facultad, vista como una comunidad, es el compromiso y la apropiación. Somos más de 1.000 estudiantes y lastimosamente hay muchas que no se sienten parte de la comunidad que somos.
Hay dinámicas que no se ajustan a una visión contemporánea de la enseñanza del derecho y un proyecto eductaivo donde el centro sean los estudiantes. Por ejemplo, no entiendo cómo siguen dando clases profesores que por sus dinámicas y formas de ser no deberían hacerlo. Es algo que todos lo saben. ¿Qué pasa con las encuestas? Eso es lo que los estudiantes queremos saber.
Yo puedo pensar en las necesidades de la Facultad pero es imposible que una sola persona represente las necesidades de todos los estudiantes. Mi agenda de trabajo, haciendo honor a lo que dije en campaña, nunca dejará de estar en diseño y construcción. Lo importante es que todos nos sintamos atendidos y parte del proyecto.
Lo que yo quiero es escuchar, estar y converger las necesidades de los estudiantes para llevarlas al Consejo de Facultad de una forma honesta, transparente y sincera y no tener reparos en luchar por los intereses de los estudiantes.
F.J.: ¿Cómo definir cuál es el interés de los estudiantes? ¿El de la mayoría? ¿El que se necesita? ¿Un punto medio?
D.C.: Hay tantos intereses como estudiantes en la Facultad, entonces buscar intereses unánimes es imposible. Mi idea no es representar uno solo sino llevar distintos intereses a las reuniones.
Mi mayor promesa es que las opiniones que lleve al Consejo atiendan a lo que soy, a lo que creo, a mis principios y a lo que considero mejor para la Facultad. Como he dicho y reiteré en el proceso de campaña, en estos casos más que votar por propuestas, los votos han de ser por la persona, en atención a la naturaleza del cargo. Se preguntarán qué es para mi lo mejro para la facultad y es todo aquello que apueste a reafirmar que el centro del proyecto educativo somos los estudiantes.
F.J.: ¿En qué momento decide postularse a ser el estudiante miembro del Consejo de la Facultad de Ciencias Jurídicas?
D.C.: A pesar de que siempre me han gustado los temas de participación estudiantil por la oportunidad que favorecen de escuchar a las personas y hacer cambios, mi postulación a ser el estudiante miembro del Consejo de Facultad es una sucesión de muchos eventos que se concatenaron.
Soy representante de cursos desde primer semestre y desde entonces pude ver la importancia del estudiante con el cargo que hoy ostento. Por esto digo que es un sueño de un niño primíparo que se fue difuminando con el paso de los semestres al punto que cuando salieron las comunicaciones para que las personas interesadas se postularan fueron mis amigos quienes más me impulsaron y refrescaron en mi ese anhelo y decidí lanzarme.
No voy a negar que hubo dudas o inseguridades frente a los sacrificios que debía hacer pero también debo decir que siempre ganaron mis deseos de aprovechar la oportunidad para dejar huella y hacer cambios. Tal y como un gran amigo me dijo, parafraseando y adaptando una frase del Padre General Pedro Arrupe S.J.: “No te resignes a que cuando mueras, la Facultad siga como si no hubieras vivido”
F.J.: ¿Cómo fue la campaña?
D.C.: Fue una montaña rusa de emociones en las que tuve muchos temores. Al terminar estaba agotado físicamente pero muy feliz de haber podido compartir con cientos de estudiantes y darles unas palabras sinceras al igual que escucharlos. Eso fue lo más mágico: el contacto humano.
Siempre fui muy enfático con que en este tipo de ocasiones uno no vota por las propuestas sino por la persona, porque cree y confía en ella y su capacidad de hacer las cosas bien
Creé un equipo de campaña con personas que quería me apoyaran porque las conozco y creo en ellas, además tienen cierto liderazgo en su semestre y pueden llevar mi mensaje. Aparte compartimos sueños de lo que queremos para nuestra Facultad. Hay muchísimas personas que no les dije pero ese fue una suerte de equipo primario con el que trabajé y quiero trabajar.
F.J.: ¿Cuál es su mayor temor frente a este nuevo cargo?
D.C.: Mi mayor temor es no honrar la confianza de los estudiantes que me eligieron, pues un voto para este tipo de cargos es de confianza y no la quiero deshonrar.
F.J.: ¿Algún mensaje final?
D.C.: Primero agradecerles haber votado por mi. El honor que me han dado de ser su voz en el Consejo de Facultad lo usaré para ponerme al servicio de todos ante la Facultad y desde ya me siento en la responsabilidad de cumplirles y hacer las cosas bien.
Lo segundo es un favor: díganme cuando sientan que no estoy haciendo las cosas bien, que no estoy siendo presente o que me perdí. No duden en acercarse, llamarme, escribirme o hacerme saber de alguna forma que no estoy haciendo las cosas bien.
En tercer lugar, quiero explotar los grandes liderazgos que hay en la Facultad. A pesar de mi cargo no soy el que puede o debe hacerlo todo, hay personas con mucho potencial que pueden aportar. No podemos relegarle al personal administrativo y profesoral la responsabilidad de mejorar la Facultad sino que todos debemos apropiarnos, ponernos la camiseta y aportar a la Facultad según nuestros talentos y autenticidades.
Finalmente concluyo con una invitación y es a que las premisas, promesas y frases típicas de Javerianidad que hemos repetido y han ido creciendo, no se queden en eso. Encarguémonos de formarnos para ser los mejores abogados para el mundo; los mejores seres humanos para el mundo; que nuestra Facultad sea un lugar más humano; que académicamente tome la delantera en el país; ; y que reafirmemos la frase de "Todos somos uno", en referencia a la unión perenne que tenemos como Javerianos.